Hoy os traigo un guiso con sabor a los de toda la vida, de esos que nos recuerdan a los platos que nos preparaba nuestra abuela.
Esta receta y los macarrones guisados son dos recetas que me recuerdan a los platos que me preparaba mi yaya de pequeña. ¡Allá vamos!
Ingredientes (para 4 personas)
4 carrilleras de cerdo (también llamadas galtas/galtes)
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
2 zanahorias
1 pimiento verde pequeño
1/2 pimiento rojo
2 tomates maduros (si no tienes un par de cucharadas del frito)
1 hoja laurel
1 rama de canela (o una pizca de canela en polvo)
1 ramita de romero
1 poco de perejil
100 ml de vino blanco (puede usar tinto pero deja un sabor más fuerte)
AOVE
Preparación
Ponemos un par de cucharadas de aceite en la rustidera / cazuela grande y doramos bien las carrilleras salpimentadas. Las sacamos y reservamos.
En el aceite que nos ha quedado añadimos todas las verduras, excepto el tomate, troceadas bien pequeñas y las dejamos pochar (hasta que la cebolla queda transparente).
Añadimos el tomate, si es natural dejarlo que se cocine unos minutos, sino ya podemos añadir el vino y dejamos que se evapore un poco y ponemos de nuevo las carrilleras con la parte que tiene más carne hacia abajo, junto con las especies (laurel, canela, perejil y romero). Dependiendo de la cantidad de líquido que haya desprendido las verduras tenemos que añadir medio vasito de agua, sin que llegue a cubrir la carne.
Ahora bajamos el fuego y tapamos la cazuela, dejamos aproximadamente una hora, hasta que la carne esté bien blandita. Vamos dándoles vueltas cada tanto rato y nos aseguramos que no se nos enganchan las verduras.
Llegado a este punto podemos emplatar directamente o como hacemos nosotros emplatar las carrilleras y triturar la salsa para que quede más homogénea y así las niñas se coman todas las verduras.
Nosotros hoy hemos acompañado este plato de patatas cocidas, y las hemos metido en la cazuela para impregnarlas de todo el sabor a guiso.
También se podría servir con patatas fritas, arroz o ¡incluso un poco de pasta!
Espero que os haya gustado.
Un abrazo,
Mónica Cook Slow