Estamos ya acercándonos al verano y el cuerpo nos va pidiendo recetas típicas de esa estación. Si nos paramos a pensar, a todos se nos vienen unas cuantas que son los platos típicos por excelencia de este tiempo. Probablemente todos hayamos pensado en el gazpacho, así que hoy queremos cocinar con vosotros uno muy especial, Gazpacho de sandía.
Ingredientes (2 personas).
- 370 g de tomate rama ( 4 tomates en nuestro caso)
- 320 g de sandía
- 125 g de pepino
- 1 diente de ajo
- 15 g de pan rallado
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración.
La preparación de esta receta no tiene muchas diferencias de la de cualquier otro gazpacho. El año pasado ya os mostramos otra versión con nuestro Gazpacho de cereza, y queremos seguir ampliando el recetario de este plato tan típico de la cocina española y andaluza.
Como sabéis, es muy fácil de preparar un gazpacho, pero a continuación os detallamos los pasos que nosotros hemos seguido, aunque repetimos que ésta es una versión de la receta original.
Primero nos pondremos con el diente de ajo, lo pelamos y eliminamos la parte central del mismo, la cual hace que sea más fuerte el sabor y más difícil de digerir.
Luego, nos pondremos con el tomate. Lo pelamos bien, ya que no queremos que quede piel del tomate luego en el resultado final, y eliminamos la parte central, donde suele estar el rabo. Luego lo cortaremos por la mitad para hacer trozos más pequeños, en cuartos por ejemplo.
Con el pepino hacemos parecido, lo pelamos y lo cortamos en rodajas o trozos más pequeños, que luego hará que sea más fácil triturarlo.
Por último, la sandía. Lo ideal es usar sandía sin pepitas para facilitar el trabajo pero si no podemos, lo que tendremos que procurar es quitar todas las pepitas a los trozos de sandía que usaremos. Esto lo podemos hacer con la ayuda de la punta de un cuchillo por ejemplo.
Una vez que tenemos todas las hortalizas, de Almería por supuesto, peladas y cortadas, las introducimos en el vaso de la batidora, con un poco de sal y un chorro de aceite de oliva virgen extra.
¡Cuidado! No nos pasemos con la sal porque si lo hacemos muy salado podemos hacer que desaparezca el sabor de la sandía, que es el toque diferente en esta versión de gazpacho.
Después iremos triturando poco a poco, con cuidado e iremos consiguiendo una textura más líquida. Mientras trituramos añadimos también el pan rallado para que espese un poco. En caso de que lo prefieras más líquido puedes añadir un poco de agua.
Cuando tengamos todo bien batido, lo conservamos en un recipiente y lo metemos al frigorífico durante un par de horas. Si hubiesen quedado muchas pepitas del tomate o el pepino y no nos gusta así, lo ideal sería pasarlo todo por el colador fino antes de enfriar.
Ya sabéis que el gazpacho es sobre todo una receta de verano y por eso gusta que esté ¡bien fresquito!
Cuando haya cogido la temperatura adecuada, lo servimos y a disfrutar de esta bebida 100% veraniega.
Como veis, no hemos usado cebolla ni vinagre, queríamos que fuese algo distinto y quizá más suave, lo cual nos ayudará en la digestión también, sin perder un ápice de comida sana. ¿Cómo os gusta a vosotros?