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A veces desistimos de cocinar risotto por lo complicado y delicado de su elaboración; pero su rico sabor y las muchas maneras que tenemos de acompañarlo (se puede acompañar con carnes o mariscos), hacen que valga la pena atreverse a cocinarlo. El risotto tiene su origen en el norte de Italia; específicamente en la región de Lombardía, donde se volvió muy popular entre las clases altas por el alto precio del arroz en ese entonces. Por esta razón, existen muchas variaciones y platos gourmet basados en él.
En esta ocasión vamos a cocinar un risotto con espárragos. Esta es una receta simple y deliciosa. Los espárragos estaban considerados afrodisíacos en la antigüedad por el efecto energético que aportan sus nutrientes. Estos vegetales son ricos en vitaminas A, C, E, K y B6 y en minerales como el hierro y el calcio. La combinación de alto contenido de carbohidratos y de vitaminas hace de esta comida una alternativa ideal para favorecer el desempeño mental y la concentración. Debemos tener en cuenta que ciertos alimentos son mejores si debemos hacer frente a un examen o a cualquier actividad que requiera un esfuerzo mental.
Ingredientes:
1 litro de caldo de pollo
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla grande pelada y finamente picada
4-5 tallos de apio finamente picado
600gr de arroz risotto
250 ml vino blanco seco o vermut
2 racimos de espárragos, corta las partes duras de las puntas
700 ml de caldo de pollo
50gr de mantequilla
1 puñado de queso parmesano rallado y 1 bloque adicional para rallar
1 racimo de menta fresca, con las hojas finamente picadas
2 limones, ralladura de la cáscara
Pimienta negra molida
Aceite extra virgen
Cuando vayas a comprar los espárragos, ten presente que hay varios tipos: los cultivados, gruesos y blancos, y los silvestres. En esta receta necesitamos los espárragos más finos porque se van a cortar debajo de las puntas; esto nos va a dar mucho sabor, mientras que conservaremos las puntas para decorar.
Receta paso a paso:
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Lo primero que debemos hacer es cortar finamente los tallos de espárragos en pequeños círculos dejando las puntas enteras.
En una cacerola, hierve el caldo de pollo a fuego lento.
Pon aceite de oliva en una sartén grande, agrega la cebolla y el apio, y cocina a fuego lento durante 15 minutos hasta que estén suaves.
Agrega el arroz a la mezcla de cebolla y apio, y sube el fuego (te va a chispear un poco). Remueve constantemente para evitar que se pegue a la sartén.
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Rápidamente agrega el vino. Revuelve inmediatamente hasta que se evapore. El arroz te va a quedar con un delicioso aroma.
Agrega el caldo al arroz, una cucharada al tiempo y esparciendo por toda la superficie; menea cuidadosamente y agrega la siguiente cuando se haya absorbido.
Baja el fuego nuevamente para que el arroz no se cocine muy rápido; continúa hasta que al arroz comience a estar suave. Este proceso puede tardar 15 minutos; luego retira.
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A continuación, pon en una sartén a fuego medio/alto un poco del resto del caldo, seguido por la base de risotto y los espárragos picados con las puntas. Deja que hierva y revuelve todo el tiempo hasta que se haya absorbido el caldo.
Ve agregando el resto del caldo de cucharada en cucharada hasta que los espárragos estén cocidos. Cuídate de no cocinar el arroz demasiado; debe conservar su forma pero tener una textura suave.
Apaga el fuego y agrega la mantequilla, el queso rallado, la menta y la ralladura de limón. Prueba y agrega pimienta al gusto. Tapa la sartén y deja reposar por un minuto.
Sirve con aceite de oliva y ralladuras de limón. Conserva el bloque de parmesano para la mesa.
Variación:
También puedes añadir gambas peladas o un poco de carne de cangrejo que va muy bien con los espárragos. Si le agregas cualquiera de los anteriores, deberás reducir la ración de parmesano a la mitad.
Y por si te interesa te dejo información sobre la historia del arroz.
Espero que te haya gustado este plato y lo preparares. Hasta el próximo post.
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