En primer lugar tenemos que seleccionar la pieza de salmón que vamos a marinar. Lo suyo es que sea la cola del salmón. Yo compro medio salmón de la parte de la cola, partido en dos mitades, y tengo para dos veces. Por seguridad, lo congelaremos, para evitar parásitos y esas cosas. Cuando lo descongelemos, tendremos que secar muy bien con papel absorbente, el exceso de agua, y empezamos con el proceso.
En un recipiente, colocamos una capa de sal gruesa, y ponemos la pieza de salmón con la piel hacia abajo. Cubrimos con más sal hasta que esté totalmente tapado. Lo dejaremos en sal, día y medio.
Pasado ese tiempo, sacaremos la pieza, y veremos que se ha endurecido. retiraremos toda la sal, lavando bajo el chorro de agua, y secaremos bien.
Colocamos la pieza en una tabla de cortar, y con un cuchillo bien afilado, fileteamos poco a poco. Deben quedar unas lonchas finitas. Tendremos cuidado, y quitaremos todas las espinas que veamos, ya que después es muy desagradable encontrárselas a la hora de comer el pescado.
Por último, colocamos las lonchas en un recipiente, y cubrimos con aceite de girasol. Es muy importante que sea de girasol y no de oliva, pues el aceite de oliva tiene demasiado sabor, y mataría el sabor del pescado.
Para degustarlo, recomiendo cortar una rebanada de pan, tostarla levemente, colocar la loncha de salmón marinado, y espolvorear con eneldo. Está riquísimo! También está muy rico en ensaladas, o con queso fresco. Resulta muy práctico pues se conserva por mucho tiempo, y te puede sacar de muchos apuros
Espero que la receta os haya gustado y la pongáis en practica!
Un saludo
M.