Nos aportará muchísimos nutrientes, ya que las sardinas son muy ricas en ácidos grasos saludables, esenciales para nuestra salud, ya que reducen el colesterol y los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
Ingredientes (4 personas)
1 Kilo de sardinas grandes
2 lonchas de jamón serrano
1/2 cebolla
1 diente de ajo
2 cucharadas soperas de harina de trigo
1 y 1/2 vaso de leche
1 pizca de nuez moscada
Pimienta negra
Harina para rebozar las sardinas
Aceite de oliva
Sal
Preparación
En primer lugar, pelaremos y picaremos la cebolla y el ajo y los dejaremos reservados.
A continuación, picaremos el jamón en trocitos pequeños y también los reservaremos.
Limpiaremos las sardinas, quitándoles la cabeza, tripas, las espinas y posibles escamas y cuando estén bien limpias, espolvorearemos una pizca de sal.
Debéis tener en cuenta, que aunque limpiemos las sardinas y retiremos las espinas, siempre quedan pequeñas espinas, por lo que debéis tener cuidado en el momento de comerlas, sobretodo si las comen los más pequeños de la casa.
Pondremos una cazuela al fuego, con un chorrito de aceite y añadiremos la cebolla y el ajo y dejaremos que se vayan pochando. Cuando estén pochados, agregaremos el jamón y removeremos bien, mientras dejamos que se vayan dorando.
A continuación, incorporaremos 2 cucharadas de harina, removeremos para que se integre y se dore con el resto de los ingredientes.
Añadiremos la leche, la sal, la pimienta y la nuez moscada la gusto.
No dejaremos de remover, hasta que la bechamel esté espesa.
Rellenaremos las sardinas con la bechamel, las cerraremos bien y las rebozaremos para que la harina, selle la sardina y de esta manera, no salga el relleno.
Pondremos una sartén al fuego, con un chorro generoso de aceite e iremos friéndolas.
A medida que vayan estando doradas, las iremos retirando y las dejaremos en un plato, con papel absorbente, para que recoja el exceso de aceite.
En el momento de servir, podemos espolvorear perejil picado o eneldo.
¡Hasta el próximo post!