No podía ser de otra manera. No lo podía entender de otra manera
Durante sus años de estudios su vida social había sido prácticamente nula
Se había formado con los mejores
El corazón. Aquel órgano no tenía secretos para él
Cuando veía el de sus pacientes aún le seguía maravillando, eso si
Era una máquina perfecta, con unos engranajes que no podían fallar
El funcionamiento de un corazón era un milagro y él hacía milagros con los corazones que fallaban
Como quien contempla una obra de arte así veía él aquel músculo
Y como toda obra de arte que necesita una restauración, los corazones llegaban a sus manos para subsanar las inclemencias del tiempo
No había capa de pintura que se le escapara, pigmento que no recompusiera, luz que no respetara
Él volvía a dar vida a un cuadro ya perfecto para que siguiera siendo admirado el máximo tiempo posible
Había salvado cientos de vidas
Pero no eran esas las que recordaba, no
Las que le atormentaban, las que le impedían muchas veces disfrutar de la vida, de su familia, eran esas obras a las que no había logrado devolver su luz
Aquel momento en que salía a un pasillo de hospital y veía a las familias
Ellas ya sabían, intuían si se había obrado el milagro o no
Esas miradas eran las que recordaba
Todo lo demás, era su trabajo
INGREDIENTES
2 piezas de secreto ibérico de 200 g cada uno
250 g de higos
150 g de cebolla
3 cucharadas de aceite
150 nl de vino de Oporto
Escamas de sal marina
ELABORACIÓN
Cortar la cebolla bien pequeña
Pelar los higos y partir por la mitad (reservar 2 para decorar)
En la cubeta poner el aceite
Menú Cocina
Sofreír la cebolla
Añadir el vino
Añadir los higos
Cocinar hasta que los higos se vean blandos
Retirar
Triturar todo el conjunto
Reservar
Limpiar la cubeta
Añadir un poco de aceite
Menú Plancha
Sellar la carne, 3 minutos por cada lado (también por los lados)
Acompañar la carne con la salsa de higos
Decorar con escamas de sal marina
Receta adaptada de Juego de sabores
Consejos de La Farsa
*Para presentar el plato, he cortado cada secreto ibérico por la mitad, para que se viera que queda dorado por fuera y jugoso por dentro
A quién le guste más hecho, dejar unos minutos más en la plancha