La receta de hoy es otra de las de mi casa de siempre y mi madre la borda. Hacía mucho que no la preparaba, y tuve que molestarla con whatsapps y mensajes para que me recordara los detalles, jeje, y gracias a su ayuda (mami, eres la mejor!) me salió deliciosa, como siempre que la hace ella :)
La mostaza da un sabor fantástico a la carne, y la guarnición que le puse (qué buena idea fue ponerle pasas a la quinoa!) le va que ni pintada, para un plato único sensacional.
Para 2 o 4 personas (según tamaño de la pieza de carne):
INGREDIENTES
1 solomillo de cerdo (en mi caso era de unos 600 gramos)
3 cebollas medianas- grandes (nunca hay suficiente cebolla!)
Mostaza (la que os guste)
Aceite de Oliva
Vino blanco
1 hoja de laurel
Sal
Quinoa
Pasas sultanas o de corinto (las pequeñas)
PREPARACIÓN
- Salamos el solomillo y lo cubrimos con mostaza, más o menos según la intensidad de la mostaza.
- Calentamos un poco de aceite en la olla (lo haremos en la olla express) y doramos el solomillo por todos los lados.
- Cuando la carne haya cogido color, añadimos las cebollas previamente cortadas en tiras finas. Las removemos un poco y esperamos hasta que empiecen a pocharse un poco.
- A continuación añadimos un buen chorro de vino blanco. Que no llegue a cubrir la carne totalmente, pero bastante. Añadimos también una hoja de laurel (fundamental! =D).
- Cuando veamos que el vino está bastante caliente, incluso que empieza a hervir, cerramos la olla y lo dejamos 20 minutos si es la olla tradicional, 10 si es la rápida, a partir de que empiece a salir vapor por la válvula.
- Pasado el tiempo, retiramos del fuego y esperamos a que se enfríe y salga todo el vapor, abrimos y sacamos la carne a una bandeja para que se enfrie un poco y la podamos cortar sin que se rompa.
- Mientras tanto preparamos la quinoa. Como en esta ocasión le puse pasas, lo primero que hay que hacer es calentar un poquito de aceite en una cacerola (muy poquito) y saltear las pasas.
- Seguidamente, lavamos bien la quinoa con agua fría, para quitarle el amargor, y ponemos en la cacerola 2 partes de agua (o 2,5) por cada parte de quinoa. Yo pongo una tacita por persona más o menos, y 2 de agua. Si me hace falta más, añado un poco más después, sobre la marcha. Cuando el agua empiece a hervir, tapamos la cacerola, bajamos a fuego medio y dejamos cocer unos 15 minutos. Lo mejor como siempre es vigilar y probar. Cuando le salga el "rabito", ya sabéis, ese que le sale a la quinoa al cocerse, es que está lista. O la probáis. Que quede al dente. No la queremos dura pero tampoco demasiado blanda.
- Cuando tengamos lista la quinoa y la carne cortada, servimos uy a disfrutar. Una maravillosa y completa comida que hará las delicias de cualquiera!
Qué lo disfrutéis! J
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