Esta sopa de cebolla gratinada típica de Francia se la vi hacer a Evelyne Ramelet, y decidí prepararla porque me pareció una receta genial. El resultado es exquisito, ¡anímate a prepararla en casa, sobre todo en ocasiones especiales!
Cantidad: 1 caldero de sopa (4 Raciones)
Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: 40 minutos
Lista en: 55 minutos
Cocina: Francesa
Plato: Primer plato
Dificultad: Fácil Ingredientes:
8 rebanadas de pan del día anterior
2 cucharadas de mantequilla
2 cucharadas de aceite de girasol
1 kilo de cebollas blancas
1 diente de ajo machacado
2 cucharaditas de azúcar moreno
una pizca de sal
pimientas molidas
1 cucharada de mostaza de Dijon
1 vasito de brandy
1 litro de caldo de carne
1 vaso de vino blanco
mostaza de Dijon (para untar las rebanadas de pan)
200 gramos de queso emmental rallado Instrucciones:
Cortamos 8 rebanadas de pan del día anterior, las tostamos...
... y las reservamos.
En un caldero ponemos a derretir la mantequilla con el aceite de girasol caliente.
Cortamos las cebollas en juliana fina...
... y las añadimos al caldero con 1 diente de ajo machacado y 2 cucharaditas de azúcar moreno. Lo dejamos pochar a fuego vivo, removiendo bien la cebolla y dejando que tome color.
Salpimentamos y añadimos una cucharada de mostaza de Dijon...
... y un vasito de brandy. Lo dejamos cocer a fuego moderado durante unos 10 minutos removiendo de vez en cuando.
Pasado el tiempo y con la cebolla pochadita añadimos el vaso de vino blanco...
... y el litro de caldo caliente. Lo dejamos cocer a fuego medio durante unos 20 minutos.
Aprovechamos mientras para coger las rebanadas de pan tostadas y untarlas con la mostaza de Dijon.
Pasado el tiempo de cocción servimos la sopa en cuencos individuales aptos para horno...
... y colocamos dos rebanadas de pan tostado y untado con mostaza encima de cada cuenco.
A continuación ponemos abundante queso rallado sobre las rebanadas de pan y metemos los cuencos en el horno precalentado con función de gratinador durante 5 – 8 minutos, hasta que veamos el queso fundido y la superficie doradita.
Los sacamos del horno y la sopa de cebolla gratinada está lista para comer bien calentita.
Hay que tener cuidado con los cuencos, pues al estar recién sacados del horno están muy calientes y puedes quemarte.
Esta sopa se puede dejar hecha con antelación y ponerle el pan y el queso en el momento que la vayas a servir.