Seguro que te ha gustado la idea, y para que le puedas ofrecer este detalle, te damos la receta de una tarta de queso deliciosa que te enseñaremos a decorar, además con mucho amor...¡llena de dulces corazones de crema de fresas! Con este pastel, seguro que os volvéis a enamorar.
Ingredientes
Para la base:
200 gr de harina
1 cucharadita de levadura
1 pizca de sal yodada
100 gr de margarina Tulipán
75 gr de azúcar
1 huevo
Para la masa:
100 gr de margarina Tulipán
150 gr de azúcar
500 gr de requesón
3 huevos
1 sobre de polvos para hacer budín con sabor a vainilla
250 ml de nata para cocinar baja en calorías 15%
Para la crema de cobertura:
200 gr de nata agria
1 sobrecito de azúcar avainillado
Para la crema de fresas (decoración)
250 gr de fresas (naturales o congeladas, sin descongelar y escurridas)
125 gr de azúcar gelificante, sin cocinar (o 200 gr de gelatina instantánea y 200 gr de fresas o mermelada instantánea y 250 gr de fresas)
Cómo preparamos esta tarta de queso
Lo primero que haremos será preparar la base de nuestra tarta. Para ello, mezclamos la harina, la levadura y la sal. Por otro lado, amasamos la margarina Tulipán, el azúcar y el huevo preferiblemente con batidora eléctrica primero y, después, con las manos hasta obtener una masa suave. Juntamos con la mezcla de harina. Untamos con margarina o colocamos papel para hornear en un molde. Echamos la masa en el molde, formando también un borde. Reservamos en la nevera.
Ahora, preparamos la masa de la tarta. Mientras, vamos precalentando el horno a 220ºC (horno de convección: 200 °C). Fundimos la margarina Tulipán en un cazo a fuego lento y la batimos junto con el requesón, el azúcar y los polvos para hacer budín con la batidora eléctrica hasta obtener una crema. Incorporamos los huevos ligeramente batidos. Añadimos la nata.
Vertemos la masa en el molde que teníamos con la base de la tarta en la nevera y la extendemos hasta que quede lisa. Horneamos durante 15 minutos en el horno precalentado. Bajamos la temperatura del horno a 120 °C (horno de convección: 100 °C) y horneamos 45 minutos más. Apagamos el horno y dejamos enfriar la tarta dentro de éste, con la puerta cerrada, durante 1 hora. Abrimos la puerta del horno y dejamos enfriar la tarta otros 15 minutos.
Mientras se hornea la tarta, elaboramos la cobertura y la crema para la decoración. Para la cobertura batimos la nata agria y el azúcar avainillado hasta obtener una masa fina. La repartimos por encima de la tarta de queso hasta el borde cuando se haya enfriado.
Para preparar la crema de fresas, limpiamos las fresas, las partimos por la mitad y las mezclamos con el azúcar gelificante con la ayuda de la batidora durante unos 45 segundos. Finalmente, repartimos la crema de fresas como si fueran puntos de forma circular por encima de la tarta de queso. Pasamos un pincho por los círculos haciendo redondeles para así convertir los puntos en corazones. Dejamos enfriar la tarta de queso durante 2 horas como mínimo.
¡Buen provecho!