Hay muchísimas clases de tartas de queso, algunas se cocinan en el horno, y otras se elaboran y sirven en frío. El queso siempre está presente así que hay tantas tartas como tipos de quesos: se utiliza queso quark, requesón, queso crema, azul, ricota, …
El origen de la tarta de queso suele situarse en Grecia, por el año 776 a. C., pero no fue hasta la Edad Media cuando esta tarta se empezó a consumir de forma generalizada en toda Europa, y fueron los europeos quienes la llevaron a América, en especial a Estados Unidos.
La receta que os doy es fácil, resulta muy esponjosa, lleva poco azúcar, y tendréis el éxito asegurado. Se prepara en un momento.
Ingredientes:
350 gramos de queso crema (tipo Philadelphia)
3 huevos
175 gramos nata (crema de leche) 35% materia grasa (crema de leche o nata (crema de leche) para batir)
100 gramos azúcar
40 gramos harina de trigo
Preparación:
Podéis utilizar un molde redondo de 20 cm de diámetro o otro que os guste más (cuadrado, rectangular, etc.)
Precalentad el horno a 200ºC, calor arriba y abajo. Engrasad el molde con un poco de mantequilla y poned también papel vegetal para hornear.
En un bol o recipiente grande echad todos los ingredientes, el queso crema, la nata (crema de leche), los huevos, el azúcar y, por último la harina. Es conveniente que el queso crema esté a temperatura ambiente para que se integre mejor con el resto de ingredientes. Batidlo bien con unas varillas o incluso podéis utilizar una batidora de mano. Con la batidora os será más fácil eliminar todos los grupos pero aseguraos de no batir en exceso la mezcla.
Verted la mezcla en el molde e introducidlo, en el horno previamente calentado a 200º C. Hornead durante unos 45 minutos aproximadamente. Colocadlo a media altura en el horno, con calor arriba y abajo y con aire.
Comprobad que esté hecha pinchándola con un palito. Si sale limpio podéis sacarla del horno.
Retirad el molde del horno y dejad que se enfríe sin desmoldar. Esperad a que esté totalmente fría para desmoldarla y la guardais en el frigorífico hasta que la vayáis a comer.
Para servirla podéis espolvorearla con azúcar glas, untar la mermelada que mas os guste sobre la superficie de la tarta, servirla con fruta fresca, con miel…