El lunes pasado fue el cumpleaños de mi suegro, y, en principio no me daba tiempo preparar ninguna tarta, pero tras pensarlo decidí improvisar sobre la marcha una tarta de queso. Digo improvisar porque, en principio, mi idea era preparar esta tarta que publiqué hace ya bastante tiempo en el blog, pero cuando abrí la nevera me di cuenta de que me faltaban algunos ingredientes por lo que al final preparé una receta distinta a la otra. El resultado me gustó tanto que he decidido traeros también esta receta de tarta de queso, y, con ello sumar otra al repertorio tan amplio que tengo publicado en el blog.
INGREDIENTES:
Para la base:
150 gr. de galletas tipo Digistive
80 gr. de mantequilla
Para la tarta:
7 huevos
500 gr. de queso mascarpone (podéis sustituirlo por queso crema)
390 gr. de leche condensada (una lata pequeña)
200 ml. de nata (crema de leche)
Para la cobertura:
Mermelada de higos casera (receta aquí)
PREPARACIÓN:
Trituramos las galletas con un robot o introduciendo en una bolsa de congelación y pasando un rodillo o botella por encima hasta que convertirlas en polvo. Mezclamos con la mantequilla derretida.
Precalentamos el horno a 180º, introducimos un bol con agua dentro.
Engrasamos un molde (el mío de 24 cm. de diámetro como éste), ponemos en la base papel vegetal y extendemos la masa de galletas con la ayuda de una cuchara o espátula haciendo que la base quede uniforme. Introducimos en la nevera mientras preparamos el resto de tarta.
Ponemos en un bol los huevos batidos, añadimos la leche condensada, el queso mascarpone y la nata (crema de leche) líquida, trituramos todo con una batidora hasta integrar la mezcla. Sacamos el molde de la nevera, engrasamos con un poco de spray desmoldante los laterales del molde. Vertemos la mezcla en el molde y lo introducimos en el horno durante aproximadamente 50 o 60 minutos.
Una vez pasado este tiempo comprobamos que la tarta esté terminada cuando al introducir una brocheta esta no sale demasiado manchada, sólo un poquito. Apagamos el horno y dejamos dentro 5 minutos más. Y después abrimos la puerta (entreabierta) y dejamos 10 minutos más dentro la tarta.
Sacamos del horno después y dejamos enfriar sobre una rejilla. Entonces introducimos en la nevera mínimo unas horas.
A la hora de servir vertemos la mermelada por encima (podéis poner vuestro sabor preferido de mermelada, yo le he puesto la de higos porque está de plena temporada).
Pues ya habéis visto que no hay excusa para no preparar una tarta de cumpleaños. Os dejo con ella esperando que os guste.
Feliz jueves.