Solo tener un buen queso ricotta italiano y poco más. Os dejo la receta bien explicada, veréis lo fácil que es hacerla. Por cierto, lo que no es muy fácil es encontrar el queso ricotta, yo lo compro en El Corte Inglés o en Makro, espero que no os resulte muy complicado comprarlo, aquí no lo hay en ningún supermercado o tienda de barrio, se hace buscar; pero sin duda merece la pena. La única harina que lleva es la de la masa de base y la que la tapa. Se hace de una vez. ¡Ah! Tiene un secreto, una fina capa de dulce de leche entre la masa y la ricotta, una delicia de combinación. Veréis que no miento. Os dejo otras tartaletas que hice hace tiempo, son muy parecidas, aunque la masa es diferente o esta otra que es también una delicia, tarta argentina de ricotta. y que la saqué del blog de mi amiga Rosi "Mi Mundo Pinkcake", vamos, somos unas entustiastas de la ricotta, este queso lo mismo sirve para un dulce que para rellenar una pasta como unos ravioli.
Ingredientes
(22 cm)
Masa
240 gramos de Harina
120 gramos de Mantequilla
Una pizca de Sal fina
70 gramos de Azúcar
1 Huevo grande
Unas gotas de Vainilla líquida
3 cucharadas soperas de Dulce de leche (Esto es solo para poner encima de la masa)
Relleno de ricotta
250 gramos de Queso Ricotta (una tarrina)
50 gramos de Azúcar
2 Huevos
Unas gotas de Vainilla líquida
Ralladura de limón (al gusto)
Azúcar glas (para espolvorear)
Preparación
Se mezcla la mantequilla fría y a tacos con la harina.
Se amasa hasta que quede unida.
Agregamos el azúcar, la pizca de sal fina. Seguimos mezclando.
Ponemos los dos huevos y vamos uniendo todo con las manos.
Se guarda unos minutos en el frigorífico, mientras hacemos el relleno.
Relleno: Mezclamos el queso ricotta con el azúcar, los huevos, la ralladura del limón y las gotas de vainilla líquida. Yo esto lo hice con la Thermomix, pues tenía prisa, pero se puede hacer a mano sin problema con unas varillas.
Dividimos la masa, la parte más grande para la base y la más pequeña la dejamos para cubrir la tarta.
Extendemos la masa entre dos papeles de horno y estiramos. Cubrimos el molde, previamente encamisado (mantequilla y harina).
Cortamos el sobrante de la masa.
Añadimos las 3 cucharadas generosas de dulce de leche y extendemos con la parte trasera de una cuchara.
Añadimos encima del dulce de leche la mezcla líquida del queso ricotta.
La masa va cruda, no hace falta hornear antes de echar el dulce de leche.
Volvemos a estirar la masa la parte de la masa restante y cubrimos la tarta. Haced un agujerito en el centro para que no se hinche demasiado.
Se hornea a 180 grados unos 30 minutos. Cuando está un poquito dorada ya está hecha.
Cuando la sacamos del horno la dejamos enfriar y la desmoldamos.
Luego cuando ya está fría se espolvorea con azúcar glas, mucho azúcar...o al gusto de cada uno.
Lista nuestra rica y sencilla tartita, con este aspecto rústico y sin muchas historias complicadas, la combinación de ingredientes está muy buena, mucho, mucho.
Sed felices y probad hacer este tipo de tarta que triunfáis seguro.
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