¡Hola de nuevo! ¿Cómo lleváis este lunes? Seguro que ya estáis aprovechando las fresas en todo su esplendor. Yo he empezado con ellas y la verdad es ¡que no puedo parar! Se me ocurren mil ideas y mil combinaciones y creo que de aquí a que desaparezcan este año no habré terminado de probar todo lo que quiero!
Lo que sí sé seguro es cada receta que ideo y confirmo que está absolutamente deliciosa os la muestro tal cual para que la disfrutéis como hago yo, porque me encanta compartir mis trucos y recetas y además compartir es vivir ¿no?
Esta tarta tipo mousse está compuesta de tres capas, una base de galleta chocolateada (que no galleta de chocolate), el relleno de mousse de fresas que de verdad os digo que está de pecado mortal, y una cobertura de ganache de chocolate. Puede parecer complicada pero nada más lejos de la realidad, esta tarta se hace en un plis y lo único que requiere es un ratito de frigorífico. Así que todos a echar mano al delantal ¡que os quiero ver a ello!
Ingredientes (para un molde desmoldable de 18cm):
Para la base:
150 gramos de galletas tipo Digestive
65 gramos de mantequilla derretida
25 gramos de azúcar panela
15 gramos de cacao en polvo puro (una cucharada sopera)Para la mousse de fresas:
500 gramos de fresas limpias y cortadas a trocitos
8 láminas de gelatina neutra
350 ml de nata (crema de leche) para montar 35% M.G. bien fría
50 gramos de azúcar para montar la nata (crema de leche)
2 claras de huevo (las mías pesaron 77 gramos)
150 gramos de azúcar (es decir, el doble aproximadamente de lo que pesen vuestras claras) para hacer el merengue suizoPara la ganache de chocolate:
100 gramos de chocolate negro para postres
100 ml de nata (crema de leche) para montar 35% M.G.Preparación:
Lo primero que haremos será preparar la base de nuestra tarta. Untamos un poco de aceite o mantequilla sobre la base y los laterales. A continuación trituramos las galletas en nuestra minipimer o picadora. Si no tenemos, las metemos en una bolsa de las de congelado, la cerramos bien y pasamos varias veces el rodillo por encima, hasta que no queden trozos. Las pasamos a un bol y agregamos la panela y el cacao en polvo puro tamizado. Removemos bien y agregamos la mantequilla derretida. Removemos hasta que quede una especie de maseta. Con ella cubriremos el fondo de nuestro molde, intentaremos dejar la superficie lo más lisa posible, ayudándonos de una cuchara o incluso de un vaso. Llevamos a enfriar a la nevera.
A continuación hacemos el merengue suizo. Vertemos las claras y el azúcar en un recipiente apto para el baño María, y con este método llevamos al fuego medio hasta que se disuelva del todo el azúcar. Podemos ayudarnos de un termómetro de cocina o de azúcar, vigilando que no sobrepase los 60º. Sobretodo no dejéis de remover con una espátula de silicona, pues podrían cocinarse las claras, y no servirían.
Una vez disuelto el azúcar llevamos este almíbar a nuestro robot o batidora de varillas y a máxima velocidad montamos hasta que nos quede un merengue bien firme y haya enfriado por completo. A mi me tardó unos 10 minutos. Una vez montado nuestro merengue reservamos.
Hidratamos las láminas de gelatina en agua bien fría durante 5 minutos. Ahora vamos con las fresas. Ya limpias y cortadas las trituramos con ayuda de una batidora. Separamos 100 ml de este batido y lo calentamos 1 minuto en el microondas (cuidado que salpica y quema!!). Una vez caliente el batido, escurrimos las láminas de gelatina muy bien y las ponemos junto con los 100 ml de fresas trituradas, y removemos perfectamente hasta que no quede ni un grumito de gelatina. Una vez listo vertemos al resto de fresas trituradas y mezclamos. Con esto conseguimos que todo el batido lleve gelatina sin haber cambiado la temperatura, ya sabéis que la gelatina en láminas se disuelve en caliente y hace su efecto en frío.
Es momento de montar la nata (crema de leche) bien fría con el azúcar. Montamos con ayuda de robot o de varillas a velocidad máxima, con mucho cuidado de no pasarnos y ¡se nos convierta en mantequilla! Una vez montada bien firme le añadimos en dos o tres veces nuestro batido de fresas trituradas con la gelatina. Con mucho cuidado y movimientos envolventes vamos integrando muy bien para que no quede ni un poquito de nata (crema de leche) sin fresa. Aquí tenemos que armarnos de un poco de paciencia, pero tranquilos, ¡que todo llega!
Finalmente, agregamos del mismo modo el merengue suizo que teníamos reservado, con movimientos envolventes y muy poquito a poco. Una vez listo lo vertemos en nuestro molde que teníamos refrigerando. Alisamos bien la superficie y ¡a enfriar de nuevo!
Para la ganache de chocolate solo tenemos que calentar el chocolate en tandas de 30 segundos en el microondas, removiendo cada vez que lo saquemos para evitar que se queme. La nata (crema de leche) la calentamos o bien 1 minuto en microondas o bien en un cazo, es indiferente. Una vez todo listo lo integramos bien y removemos muy poco a poco y con paciencia, hasta que vaya espesando la ganache.
Ahora tenemos dos opciones; una vez enfriada la mousse, sobre el mismo molde sin desmoldar, podemos verter la ganache y volver a llevar al frigo. O bien podéis hacer como hice yo, que es desmoldar la mousse y verter la ganache en un “biberón” tipo de los de ketchup o manga pasterlera y hacer el efecto drip cake sobre la tarta, y dejar que los laterales vayan escurriendo.
Por último podéis decorar vuestra mousse con fresas y frambuesas como hice yo, pero también le va muy bien un crocanti de almendras o nata (crema de leche) chantilly montada.
Espero que os haya gustado la receta, la verdad que puede generar dudas por el merengue suizo, pero no os podéis imaginar lo buenísima que está esta tarta. Es suave y delicada, y la base de galleta crujiente y el chocolate por encima le da un toque….¡que de verdad tenéis que probarla! Os animo a ello esta semanita, ya sabéis que os subo a stories en Instagram cuando me mandáis vuestras fotitos.
Y sin más me despido hasta la semana que viene, besazos a tod@s ¡se os quiere!
Andrea