Como veréis, la idea es la misma, pero el resultado, aunque igualmente espectacular, tiene un sabor totalmente distinto.
Utilizaremos los siguientes ingredientes (para dos personas):
2 lubinas de ración (o una salvaje pequeña)
1 naranja
½ pimiento rojo
1 cebolleta fresca
1 cucharada de mostaza de Dijon
Sal y Pimienta
¿Todo a punto y el cuchillo bien afilado? Pues, ¡adelante!
Antes que nada, preparéis la lubina. Para hacerlo, deberéis quitarle la piel y las espinas, todas las espinas. Esto deberéis hacerlo con mucho cuidado ya que es de vital importancia que no os quede ninguna.
Una vez hecho, cortaréis la lubina a cubos bien pequeños, de algo menos de medio centímetro y los iréis reservando en un bol. Una vez completado el trabajo, cogeréis la cebolleta y la cortaréis también a dados del mismo tamaño y los iréis añadiendo al bol de la lubina. Haréis lo mismo con el pimiento rojo, y la mitad de la naranja.
Una vez cortados todos los ingredientes, aliñaréis con sal, pimienta, una cucharadita de café de mostaza de Dijon y el zumo de media naranja. Finalmente, lo mezclaréis todo con la ayuda de dos cucharas para evitar que la carne de la lubina se rompa.
Cuando esté todo bien mezclado, filmaréis el bol y lo pondréis en la nevera, como mínimo un par de horas, hasta justo la hora de presentar el plato.
Nosotros para presentar el plato, optamos por un molde circular, en el que fuimos poniendo más o menos la mitad de la mezcla obtenida, y lo decoramos con unas hojitas de cebollino.
Tartar de lubina a la naranja
¡Buen provecho!