Seguro que a muchos os ha sobrado alguna tableta de turrón y no sabéis qué hacer con ella. Aunque se conservan normalmente hasta el año que viene, igual tenéis alguna del año pasado y este delicioso bizcocho es una forma de aprovecharlas. Es un bizcocho húmero y jugoso, con un fuerte sabor a almendra que sé que os va a encantar.
Me da pena que se acabe la Navidad. Es una época que me encanta y me encanta preparar recetas para el blog. Espero que os hayan gustado las propuestas de este año. Ya tengo algunas cosas apuntadas para el año que viene... aunque igual se me olvidan con el paso de los días/meses. ¡Aaaaaaaay! ¡Tengo una cabeza! Pero bueno, espero que, si continúo un año más, pueda presentar recetas fantásticas con las que sorprendeos.
Ahora os dejo, que tengo que acabar la operación Roscón, una operación que se estará repitiendo en muchísimos hogares ahora mismo. Yo ya lo tengo levando, siguiendo la receta que publiqué el año pasado y que tanto nos gustó en casa. El año que viene igual me planteo una nueva receta... ¡Ya veremos! Hasta entonces... ¡A disfrutar del mágico día de Reyes y a hincharse a Roscón o Bundt Cake de Turrón de Jijona! ¡Disfrutad del día!
Bundt Cake de Turrón de Jijona
Dificultad: Fácil
Tiempo horneado: 40-45 mins (aprox)
Raciones: 12
Etiqueta: Fácil, Postre, Navidad
Receta: Merengue y frambuesa
400g de harina
180g de mantequilla a temperatura ambiente
250g de azúcar moreno
4 huevos
300g de turrón de Jijona (una tableta)
Una cucharadita de levadura química
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
Una cucharada de vainilla en pasta
330g de nata (crema de leche) para montar
Azúcar glas para decorar
- Precalentamos el horno a 170ºC.- Tamizamos la harina, la levadura y el bicarbonato sódico. Reservamos.
- Batimos la mantequilla junto el azúcar y mientras vamos añadiendo el turrón en trozos, hasta que obtengamos una mezcla cremosa marrón.
- Añadimos uno a uno los huevos, ligeramente batidos, y batimos a velocidad baja. No agregamos el siguiente hasta que el anterior esté totalmente integrado.
- Añadimos la mezcla de harina en tres veces, alternándola con la nata (crema de leche) líquida, batiendo hasta que justo se haya incorporado. Esto es mejor hacerlo a mano, con una espátula.
- Vertemos la mezcla en un molde de bundt cake (previamente engrasado con spray antiadherente o con aceite) asegurándonos de que la masa entra en todas las hendiduras y no tenga aire, para ello golpeamos suavemente la base sobre nuestra encimera, colocando un trapo debajo para no fastidiar ni el molde ni la superficie. Alisamos la superficie del bizcocho con una espátula.
- Horneamos entre 40 y 50 minutos, o hasta que, al pincharlo con un cuchillo, salga limpio. Lo mejor es hornearlo sobre la rejilla del horno para que el aire fluya a la perfección por la chimenea del molde y pase por todo el bizcocho.
- Al sacarlo, hacemos unos ligeros movimientos con el molde: adelante atrás, izquierda derecha, para separarlo un poco del molde.
- Dejamos reposar en el molde sobre una rejilla 10 minutos. Pasado este tiempo, desmoldar boca a bajo y dejamos enfriar al menos 1 hora sobre la rejilla.
- Decoramos con azúcar glacé.
- Servimos en frío.
¡A disfrutar!
Os repito algunos trucos importantes a tener en cuenta:
- Hay que hornearlo siempre sobre una rejilla, para dejar que el aire circule bien por la chimenea.
- Antes de meterlo en el horno, colocar un paño sobre la encimera y dar unos ligeros golpes con el culo del molde sobre el paño para que se rompan las burbujas y que la masa se distribuya bien por todos los recovecos.
- Cuando saquéis el molde del horno, moverlo ligeramente de derecha a izquierda y de adelante a atrás para que se despegue un poco el bizcocho del molde. Lo repetiremos pasados los 10 minutos de enfriado, antes de desmoldar.
- Dejar 10 minutos en el molde tras sacarlo del horno, ni más ni menos.