2 raciones`
Buscando recetas para consumir los calabacines de la huerta he encontrado esta maravilla de Andreita come de todo. Se trata de un plato sencillo, pero riquísimo. Estoy segura que repetiremos. Así que ahí va el #Asaltablogsimprevisible de hoy.
INGREDIENTES
250 g de patata
300 g de cebolla
2 dientes de ajo
550 g de calabacín
2 huevos
3 cucharadas soperas de aceite
1 cucharadina de café de sal
1/2 cucharadina de café de pimienta negra
ELABORACIÓN
Pelamos la patata y la cortamos en rodajas de unos dos o tres milímetros.
Calentamos a fuego medio tres cucharadas soperas de aceite de oliva en una sartén y, cuando esté caliente, echamos las patatas.
Cocinamos a fuego lento las patatas hasta que empiecen a transparentar. Aproximadamente diez minutos.
Mientras se van haciendo, pelamos y cortamos la cebolla en tiras y los ajos en rodajas.
Cuando tengamos las patatas transparentes, echamos la cebolla y el ajo a la sartén y añadimos la sal.
Revolvemos con cuidado de no romper las patatas, yo he utilizado una pala de madera. La he ido metiendo por el fondo para voltear los ingredientes.
Dejamos que se cocine a fuego lento hasta que la cebolla transparente y alguna patata comience a dorarse un poco.
De la que se va cocinando todo, limpiamos y cortamos el calabacín en rodajas de dos o tres milímetros.
En cuanto tengamos los ingredientes de la sartén a punto, con la cebolla transparente, echamos el calabacín.
Volvemos a dejarlo cocinar a fuego lento mientras el calabacín se va cociendo.
De vez en cuando, revolvemos del mismo modo, dando vuelta a los ingredientes.
Dejamos que se vaya cocinando a fuego lento hasta que los calabacines estén blandinos.
Por último, cuando esté, tomamos dos huevos, los abrimos en un plato y rompemos la yema.
Subimos el fuego, echamos la pimienta, revolvemos un poco y vertimos el huevo.
Dejamos un minuto para que cuaje un poco y comenzamos a revolver moviendo suavemente una espátula desde los extremos de la sartén al centro, intentando no romper demasiado los ingredientes.
En cuanto el huevo esté cuajado, estará listo para comer.
Fuente: este post proviene de A Veces Cocino, donde puedes consultar el contenido original.
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