Seguro que estás asintiendo con la cabeza, pero al mismo tiempo preguntándote qué es y dónde demonios vas a encontrar la ricotta, ¿cierto?.
La ricotta es un queso fresco con igual apariencia que el requesón, ambos son blancos, húmedos y se suelen confundir, pero tienen algunas diferencias en la fabricación y el gusto.
El requesón dulce de cuajada, la variedad más común, es de sabor suave porque la cuajada se lava para eliminar la acidez. Está elaborado con leche pasteurizada descremada, parcialmente descremada o entera.
El queso ricotta italiano está hecho de suero de leche escurrido durante la producción de mozzarella y queso provolone. Tiene un sabor ligeramente dulce, firme y desmenuzable con una textura húmeda.
Ahora que ya sabes que requesón y ricotta parecen lo mismo pero no lo son, también tengo que decirte que a menudo se pueden sustituir el uno por el otro si te resulta complicado conseguir ricotta en tu tienda habitual, en los supermercados pequeños no lo suele haber, se consigue más fácilmente en grandes superficies, Hipercor, AlCampo ...
Y dicho esto, ahí va la receta.
TIPS:
Molde: flanera rizada de 12 costados
Temperatura del horno: 180ºC con calor arriba y abajoINGREDIENTES:
340 g de leche condensada
340 g de leche entera
170 g de nata (crema de leche) 35% M.G.
250 g de queso ricotta
6 huevos
1/2 cucharadita de esencia de vainilla
caramelo líquidoMODO DE PREPARACIÓN:
Ponemos el caramelo líquido en la flanera y movemos para que se cubran un poco todos los costados.
Como vamos a cocer el flan al baño María, colocamos la bandeja con agua en la parte baja y precalentamos el horno.
Batimos todos los ingredientes en una batidora durante 5 minutos o hasta que veamos que están perfectamente integrados.
Pasamos la mezcla a la flanera y horneamos durante 1 hora (es el tiempo que tardó en mi horno), si los hacemos en flaneras individuales el tiempo de horneado será inferior.
Cuando comprobemos que el flan está cocido sacamos del horno y dejamos enfríar un par de horas a temperatura ambiente.
Conservamos en la nevera y servimos frío, solo o decorado con un poco de nata montada (crema de leche) y unas guindas.
Ya ves qué poco tiempo lleva preparar este flan, no es nada del otro mundo, pero su frescura nos ayudará a digerir mejor cualquier comida.