En nuestra familia hay quién en cuestión gastronómica se tira a la piscina aunque no haya agua. Otros son más conservadores y optan por lo tradicional en materia culinaria. Digo esto porque con este aperitivo nosotras también nos lanzamos a la piscina, casi sin saber nadar, sin flotador y sin un vigilante que nos advirtiese de que allí podíamos no hacer pie. Mientras realizábamos este plato teníamos dudas de si gustaría a todo el mundo y si tendría éxito en la mesa. No nos ahogamos porque en una familia extensa siempre hay quién se relame pongas lo que pongas en el plato y, aunque otros inicialmente se inclinen más por las clásicas patatas fritas de bolsa y las aceitunas de bote, acabaron descubriendo que esta combinación nueva y original de sabores merecía pasar a la lista de aperitivos de fiesta en nuestra mesa. Son las consecuencias de probar un plato nuevo. ¡Seguro que lo recuerdan para futuras ocasiones!
RECETA
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INGREDIENTES
200 g de vino moscatel
2 hojas de gelatina
200 g de harina común
20 g de agua
10 g de azúcar
1 cucharadita de orégano
Unas vueltas de pimienta
1/2 cucharadita de escamas de pimentón
50 g de aceite de oliva
1 huevo
1/2 cucharadita de levadura en polvo
1/2 cucharadita de sal
Una lata de foie micuit
PREPARACIÓN DE LA GELATINA DE MOSCATEL
Poner a remojo en agua fría las 2 hojas de gelatina durante 5 minutos.
Poner a hervir el moscatel unos minutos para que evapore el alcohol.
Fuera del fuego añadir la gelatina escurrida y remover hasta que se disuelva.
En un recipiente de cristal cubierto de film transparente echar la gelatina, esperar que enfríe y meter en la nevera hasta que se cuaje. El film transparente nos ayudará a sacarlo del molde.
Una vez esté cuajada podemos cortar la gelatina con un cortador de galletas pequeñito.
PREPARACIÓN DE LAS GALLETITAS
En un bol mezclar la harina, la levadura, el azúcar y la sal. Podéis poner las especias que más os gusten.
Añadir el huevo, el aceite y el agua y mezclar con las manos.
Estirar con un grosor de 4 mm aproximadamente y cortar con un cortapastas de vuestro gusto.
Hornear durante 15 minutos aproximadamente con el horno precalentado a 180º. Dejar enfriar sobre una rejilla.
En el momento de servir colocar una lámina de foie sobre cada galleta y encima poner la gelatina de moscatel.
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