Salsa barbacoa

Receta para hacer salsa barbacoa

La salsa barbacoa es una preparación mundialmente famosa que se suele usar como aderezo de carnes a la parrilla, con las que casa a la perfección potenciando su sabor. La barbacoa es una salsa con mucha historia y de origen un tanto incierto. Se cree que su llegada a Europa tuvo que ver con Cristobal Colón, que la descubrió en uno de sus viajes a La Española. Otros atribuyen la aparición de esta salsa a las primeras colonias americanas que surgieron en el siglo XVII. Sea como sea, en la actualidad es utilizada a lo largo y ancho del planeta. En cada región se prepara con sus propias particularidades, por lo que no existe una receta única, siendo posibles múltiples interpretaciones.
De pequeño solía ir de la mano de mis padres hasta una pizzería que estaba situada a las afueras de la ciudad. Tengo grabado a fuego el sabor de la salsa barbacoa que Giuseppe, el cocinero del restaurante, repartía generosamente sobre la base de una de las especialidades de la casa; la pizza barbacoa con pollo. Giuseppe y el restaurante para el que trabajaba desaparecieron pocos años después, arrastrados por el crecimiento de la ciudad y la llegada de diversas cadenas de comida rápida. Desde entonces, no ceso en la búsqueda de aquella salsa barbacoa, de sabor marcado, que dejaba en la boca un regusto ahumado que permanecía después de haber abandonado el local.
La receta que os presento hoy, es la de una salsa barbacoa que pretende acercarse a aquella salsa mítica de Giuseppe. El resultado logrado es más que bueno, así que estoy seguro de que será de vuestro agrado. Coged cuatro o cinco cucharadas de esta sustanciosa salsa, repartidlas sobre una masa base para pizza y poned sobre ella la cobertura que gustéis, el resultado, sin duda, os hará volver más de una vez a esta receta.
¿Estáis preparados para preparar la mejor salsa barbacoa del mundo?
Vamos allá!!Vídeo de la Receta


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Ingredientes [200 gramos]:

Cebolla - 1/2 unidad
Dientes de ajo - 3 unidades
Pimiento rojo - 1/2 unidad
Pimiento verde - 1/2 unidad
Tomate frito - 150 gramos
Ketchup - 75 gramos
Vinagre - un chorrito
Sal - al gusto
Pimienta negra - al gusto
Pimentón picante - 1/2 cucharada pequeña
Harina de maíz - 1 cucharada grande
Orégano - 2 cucharada pequeña
Salsa de soja - 1 cucharada pequeñaElaboración de la Receta

Comenzamos nuestra receta pelando y cortando la cebolla en trozos pequeños. Al cortarla en trozos pequeños facilitamos una cocción más rápida y homogénea. Utilizamos solamente la mitad de la cebolla, reservando la otra, envuelta en papel de aluminio o en film de cocina, en la nevera para un posterior uso.
Del mismo modo, cortamos el pimiento rojo en trozos pequeños. Hacemos lo mismo con el pimiento verde.
Pelamos los dientes de ajo y, tras quitarles la parte más dura por la que estos están unidos a la inflorescencia, los picamos finamente.
Ponemos a calentar una sartén anti-adherente sin añadir ningún tipo de grasa. 
Una vez que tenemos la sartén caliente, echamos los ingredientes que acabamos de picar. Cocinamos a fuego medio hasta que se ablanden. Cuando las verduras estén pochadas, subimos el fuego para que cojan un buen color. Este punto es importante, ya que ese toque casi tostado de las verduras será el que aporte gran sabor a la salsa final. Si cortásemos la cocción cuando las verduras no han cogido bastante color, el sabor de la salsa no sería tan intenso. Por tanto, no tengamos miedo de mantener las verduras en la sartén hasta que adquieran un bonito dorado, pero teniendo cuidado de que no se nos quemen. 
Una vez que tenemos las verduras doradas, las apartamos del fuego y las añadimos al vaso de una batidora eléctrica.
A continuación, añadimos el resto de ingredientes, a excepción de la harina de maíz, la pimienta y la sal.
Con la ayuda del brazo batidor, trituramos todos los ingredientes hasta formar un puré de textura fina en el que no se aprecien trozos de verdura. En ese punto, ponemos en el vaso un poco de harina de maíz y mezclamos con unas varillas para que se integre.
Pasamos la salsa a través de un colador, y la ponemos en un cazo. Echamos en el cazo la sal y la pimienta, mezclamos, y cocinamos a fuego medio durante diez minutos o hasta que la salsa adquiera la consistencia que deseemos.
Ya tenemos nuestra salsa barbacoa preparada para usar en pizzas, o acompañar unas trozos de carne a la parrilla.

Anotaciones y Consejos

La salsa barbacoa puede aguantar durante varios días en perfecto estado si la conservamos refrigerada. Incluso podemos elaborar una gran cantidad y preparar con ella unos botes de conserva para poder disfrutarla en cualquier momento.
Si queréis mejorar aún más esta salsa, os aconsejo que preparéis antes un rico tomate frito casero. Si partís de unos buenos tomates, el producto final será espectacular.
No olvidéis que en la cocina todo está permitido, por lo tanto os animo a que probéis a variar esta salsa utilizando aquellos ingredientes que sean de vuestro agrado.