Esta receta viene a ser una adaptación de un pastel de carne clásico, reduciendo el contenido de féculas para hacerlo más ligero, cambiando el queso del gratinado por un queso quark (aunque no es necesario ponerle queso) y usando sólo unas 2 cucharadas de aceite. Si además utilizamos carne de pavo o de pollo creo que podríamos decir que lo podemos usar en una dieta perfectamente.
Me he decidido por adaptar la receta que hacíamos siempre en mi casa porque me encanta, pero reconozco que no acompaña mucho si lo que quieres es moderar el aporte calórico de lo que comes.
Os pongo los ingredientes para 3 buenas raciones:
- 400 gr de carne picada de pavo o pollo
- 1 patata mediana
- 1/2 coliflor pequeña
- 1/2 brócoli pequeño
- 1 calabacín mediano
- 1/2 cebolla grande
- 200 gr de tomate triturado
- 1 tronco de apio con las hojas
- 1 pimiento verde mediano
- 1 pimiento rojo mediano
- 2 dientes de ajo
- vino tinto
- aceite de oliva
- pimienta de colores recién molida
- sal
Para el gratinado:
- 4 cucharadas de queso batido desnatado 0%
- 3 dientes de ajo
- cebollino
Preparación:
Nos ponemos primero con lo que sería el puré de patata.
Ponemos una olla con agua y sal a hervir.
Pelamos y lavamos la patata y la cortamos en trozos de unos 2 cm de grueso y las introducimos en el agua hirviendo.
Ahora lavamos y pelamos el calabacín y lo cortamos en trozos similares a los de patata y lo añadimos a la olla. Lavaremos el brócoli y la coliflor y las añadiremos también. Los dejaremos hasta que las patatas estén bien hechas y el resto de hortalizas estén bien tiernas. Entonces las escurrimos, las pasamos a una fuente grande y las machacamos con un machacapatatas o con un tenedor mismo (a mí me gusta encontrar tropezones, pero todo depende de cómo os guste a vosotros). Salpimentamos y reservamos.
Mientras, preparamos el relleno de carne, empezando por el sofrito.
Picamos el ajo y la cebolla pequeñitos. Ponemos una sartén al fuego con unas dos cucharadas de aceite de oliva y le añadimos el ajo y, cuando empiece a dorarse, la cebolla junto con un poquito de sal para que sude.
Ahora, lavamos y troceamos pequeños los pimientos y el apio y los añadimos a la sartén. Lo removemos bien y dejamos que se hagan a fuego medio hasta que estén tiernos. Entonces añadimos el tomate y lo dejamos unos minutos más, hasta que el tomate pierda el sabor a crudo. Entonces le añadimos un buen chorro de vino y subimos el fuego. Lo removemos, lo dejamos un par de minutos y añadimos la carne picada. Dejamos que se haga un poco, rectificamos de sal y pimienta y apagamos el fuego.
Ahora vamos a por el queso para el gratinado, aunque no hace falta, la receta básica estaría con lo que tenemos ahora. O podemos cambiarlo por un queso rallado común.
El queso lo he preparado como el que utilicé para los calabacines al horno. Ponemos los dientes de ajo sin pelar en un recipiente apto para microondas y lo llevamos a cocción más o menos 1 minutos a unos 700W. Debemos vigilar que no se quemen, deben quedar tiernos y con la piel separada.
Una vez hechos los picamos bien y los añadimos al queso quark. Troceamos también el cebollino y lo añadimos a la mezcla anterior. Listo.
Ponemos el horno a calentar a 220ºC y nos ponemos a preparar las cazuelitas o la fuente que vayamos a usar.
Ponemos una capa del puré de hortalizas que cubra todo el fondo. Así conseguimos recoger los jugos de la carne y que no se pegue al fondo de la cazuela o fuente que usemos. Sobre esta capa colocamos una de carne y luego otra del puré que la tape toda. Acabaremos con un poco de la mezcla de queso que hemos preparado.
Finalmente lo llevaremos al horno durante unos 10 minutos.
Y listo. Me encantan este tipo de platos. ¿Y a vosotros?