Para aquellos a quienes les encanta la remolacha, esta receta de ajoblanco de remolacha es una elaboración estupenda. No necesita cocción, se hace en un plisplás y solo necesita refrigerar unas horas. Dedicada a Mari Carmen.
Cantidad: 1 caldero (4 Raciones)
Tiempo de preparación: 10 minutos
Cocina: Cocina Mediterránea
Plato: Primer plato
Dificultad: Fácil
Ingredientes:
200 gramos de almendra molida
200 gramos de remolacha cocida
1 diente de ajo
1 cucharada de azúcar
400 mililitros de agua
1 pizca de sal
3 cucharadas de vinagre de vino tinto
5-6 cucharadas de aceite de oliva
unas lonchitas de jamón serrano (para espolvorear)
unas laminillas de fruta confitada (para espolvorear)
unas laminillas de almendra (para espolvorear)
1 chorrito de aceite de oliva virgen extra (para rociar)
Instrucciones:
Preparamos los ingredientes.
En un vaso triturador americano ponemos la remolacha cocida y la trituramos.
Luego añadimos la almendra molida, el azúcar y el diente de ajo pelado...
... y continuamos triturando.
A continuación añadimos la mitad del agua y trituramos añadiendo más agua hasta que quede con la textura que nos guste.
A continuación sazonamos al gusto y añadimos el vinagre y el aceite de oliva...
... triturando de nuevo al máximo durante unos 5 minutos hasta que esté toda la mezcla integrada y emulsionada.
Una vez realizado el ajoblanco lo dejamos en el vaso triturador y lo ponemos a refrigerar en la nevera para servirlo muy frío.
El ajoblanco de remolacha está listo para comer. En este caso lo adorné con unas lonchitas de jamón serrano, unas laminillas de fruta confitada y unas laminillas de almendra, todo ello rociado con un poquito de aceite de oliva virgen extra crudo.