La alboronía no es más que uno de tantos pistos que se practican por la variada geografía española. Dicen que se trata del padre de todos los pistos que se ha ido adaptando a los tiempos.
Antaño no incluiría ninguno de los ingredientes que nuestros antepasados importaran de tierras americanas: tomate, pimientos...
Se incluye en el conjunto de los que yo llamaría genéricamente "refritos" como el más conocido pisto manchego, el tumbet balear, la xanfaina catalana, las fritadas del norte o los foráneos ratatouille o caponata.
La proporción de los ingredientes la haces a tu gusto.
Comenzamos el refrito con cebolla, ajo y pimiento verde.
Añade cuando la cebolla esté sofrita la calabaza troceada.
Más tarde la cebolla y el calabacín.
Procura que el fondo de la cazuela no quede seco, debe tener aceite. La calabaza y su "primo" chupan bastante aceite y se te puede pegar el refrito.
Pon una cucharada de pimentón picante, le dará mucha marcha a tu pisto. También un chupito de vino oloroso.
Yo añado el tomate ya frito pero puedes añadirlo crudo y freírlo aquí mismo.
Evaporado el alcohol del vino, apaga el fuego y tapa la cazuela para que se mezclen todos los aromas.
¿Promete no?
Fríe uno o dos huevos por comensal y prepara una buena barra de pan.
Un plato de alboronía con su huevo frito bien presentado.
Ingredientes:
Cebolla (1)
Pimiento verde (1)
Ajo (2)
Calabaza (150 gr)
Berenjena (150 gr)
Calabacín (150 gr)
Pimentón picante (1 cucharadita)
Salsa de tomate frito (100 gr)
Vino oloroso (un chupito)
Huevos (1-2 por comensal)
Aceite de oliva
Preparación:
Pela y pica la cebolla.
Prepara una cazuela a fuego medio-alto (7/10) y pon a sofreír la cebolla. Sazona.
Enjuaga y seca el pimiento verde y córtalo en tiras finas. Ponlo a sofreír junto con la cebolla.
Pela, pica y añade al sofrito los ajos.
Retira los huesos y la piel a la calabaza. Trocéala en dados y añádela también a la cazuela.
Limpia y trocea la berenjena en dados y añádela también.
Sazona un poco más y si necesita algo más de aceite de oliva añádelo también.
Limpia, trocea y añade el calabacín.
Cuida que el fondo de la cazuela no se quede seco, ha de tener siempre algo de aceite.
Añade el pimentón picante.
Añade el tomate frito y mézclalo todo muy bien.
Echa el chupito de vino oloroso y deja que evapore el alcohol.
Apaga el fuego, tapa y deja que se mezclen todos los aromas mientras fríes un huevo por comensal.
Sirve.
NOTA: La cantidad de cada ingrediente es orientativa, cada uno pone la proporción de los mismos a su antojo.