Esta receta es de las de mancharse las manos para disfrutarla, merece mucho la pena, sencilla y que en nuestra casa encanta sobretodo a la pequeñería.
La cerveza es ideal para las recetas de carne porque consigue dejarlas muy tiernas sin que se note el sabor a cerveza.
Plato sencillo y rápido que os va a solucionar una comida o una cena.
Necesitamos:
Alitas de pollo
ajo
pimentón de la vera picante
sal
1 lata de cerveza
aceite de oliva virgen extra
Nosotros adobamos las alitas con ajo y pimentón picante pero podéis añadir las especias que soláis utilizar vosotros y que os gusten, en nuestro caso con eso es suficiente.
No se lava la carne del pollo así que con papel de cocina limpiáis bien las alitas, adobáis con la sal, ajo picado, un toque de pimentón de la vera picante y un chorrín de aceite, si podéis, las dejáis unas horas en la nevera en un recipiente tapado.
Encendéis el horno 180 grados y colocáis las alitas con la piel hacia abajo en un recipiente, las metéis en el horno en la zona de la mitad, pasados unos diez minutos le añadís a las alitas el contenido de la lata de cerveza, váis mirando hasta que estén doradas y les dáis la vuelta, cuando veáis que están tiernas, ponéis el horno en calor solo arriba y abajo y en cuanto estén doradas estarán listas.
Os quedarán con una salsa riquísima así que id preparando el pan...
Tenemos una receta de carne guisada con cerveza que está en la lista de favoritos de nuestra casa, riquísima y tan tierna que no hace falta ni cuchillo para cortarla, la podéis ver aquí: Carne guisada con cerveza
Y si os apetece otra receta de pollo, tenemos un pollo al ajillo que os puede encantar, lo tenéis aquí: Pollo al ajillo
Esperamos que os haya gustado mucho nuestra receta.