Los alubiones en mi tierra, son característicos de cierta zona de la provincia. No podía pasar de enseñaros la receta que más me gusta
Lo que los distingue de las demás alubias, como su nombre indica, es el tamaño que se corresponde como a unas tres veces el tamaño original de una de ellas. Es por ello que con mucha menos cantidad tendremos un plato igual de completo
Existen multitud de formas de prepararlos, pero en mi caso la que más me gusta es esta, simplemente con chorizo y morcilla. No es la opción más saludable, pero una vez al año no hacen daño
Pondremos en hablando los alubiones el día antes de cocinarlos. Al igual, os recomiendo comerlos uno o dos días después de haberlos guisado. Posteriormente preparamos el sofrito, que no es más que una cebolla bien picada, dos guindillas, medio chorizo y un trozo bueno de morcilla al gusto.
Dejamos pochar la cebolla en primer lugar, añadiendo posteriormente el resto de ingredientes. Por último agregamos dos cucharadas de pimentón que rehogamos justo antes de añadir los alubiones aclarados bien con agua. En ese momento, tapamos con agua fría para que quede al menos tres dedos por encima de las alubias. Cerramos la olla y las dejamos 30 minutos una vez subida la válvula.