Y como para mi, uno de los mejores platos de cuchara es un buen plato de legumbres, bien sea de lentejas, de garbanzos o de habichuelas.....que mejor que preparar una buena olla de una legumbre que me encanta, las verdinas.
Las verdinas son típicas de Asturias y son una variedad de judías que se recoge de forma temprana, cuando aún están verdes, de ahí su nombre. Y lo que hace que notes su suavidad y finura cuando entran en la boca.
Lo forma más tradicional de cocinar las verdinas es con mariscos, almejas, pescados....como puedes ver en Verdinas con almejas y gambas, en la Ensalada de verdinas con salmón ahumado, o con verduras como en Verdinas con verduras.
Pero hoy me apetecían de una forma más contundente, así que he sacado de la despensa unas cuantas alubias verdinas que compré la semana pasada, en el mercado central de Castellón, del congelador un chorizo y una morcilla, todo asturiano, de un lote de compangos asturianos que me tocó el año pasado en un sorteo de Instagram, con el que cociné una rica Fabada Asturiana, y también he puesto unos recortes de tocino de un jamón que tengo de estas navidades.
Con todo esto y poco más, vamos a preparar una recetas fabulosa, muy sencilla de hacer, y con pocos ingredientes.
Ingredientes:(para 4 personas)
400g. de verdinas.
1 chorizo ahumado.
1 morcilla ahumada.
1 trozo de tocino.
1 cebolla.
2 hojitas de laurel.
Para el refrito:
2 o 3 dientes de ajo.
1 cucharada de pimentón de la Vera.
Aceite de oliva virgen.
Sal.
Modo de hacerlo:
Las verdinas son más tiernas que las demás legumbres, por lo que normalmente necesitan menos tiempo de cocción.
Lo primero de todo es poner las verdinas en remojo con agua fría, al menos durante 12 horas, lo mejor es ponerlas por la noche y cocinarlas por la mañana.
Al día siguiente escurre las verdinas y ponlas en una olla, si es de barro mucho mejor, cubiertas con agua, pero solo un dedo por encima de las alubias, no pongas más.
Pon la olla al fuego y añade el chorizo, el tocino, la cebolla entera para que no se deshaga demasiado, el laurel y un puñadito de sal. (aunque veas en la foto la morcilla, no la pongas hasta casi el final porque se deshará)
Deja que llegue a hervir y baja el fuego, quita la espuma que vaya saliendo con una espumadera y deja que se cueza todo a fuego lento durante 1 hora más o menos, o hasta que veas que están tiernas.
Acuérdate de añadir un poco de agua fría durante la cocción si vieras que hace falta, tienen que estar siempre cubiertas de agua.
El refrito:
Pela los ajos y pícalos muy menudos.
Pon al fuego una sartén con aceite de oliva.
Cuando esté bien caliente añade los ajos y sofríe hasta que empiecen a dorarse.
Aparta del fuego la sartén y echa el pimentón, remueve la sartén unos segundos y echa un poco del caldo de la olla para que no se queme, échalo todo a la olla.
Mueve la olla con cuidado para que se mezcle todo bien, reposa 5 minutos.
Sirve bien caliente.
Y a disfrutar!!
Si te sobran verdinas guisadas las puedes congelar en un táper, duran varios meses y cuando las descongelas y calientas, están igual de buenas.
Espero que te guste.