Para los que no les suene de nada, es una saga de novelas del autor estadounidense George R. R. Martin con muchas tramas y muchos protagonistas que van entrelazando sus historias. Se ha hecho muy popular gracias a la serie de TV que se basa en la misma. Son del género fantasía épica y su autor, posiblemente aficionado al buen comer, no repara en detalle a la hora de describir según que banquetes, sean de la realeza o no.
De ahí salen estos arándanos helados con natillas. ¿Que como conseguían helados en la edad media? Sus métodos tendrían, pero justamente este postre lo come la Guardia de la Noche, en El Muro. Este muro es un muro de hielo mágico muy muy alto que hace de frontera entre el reino civilizado y los salvajes. Puesto que Martin lo situa muy al norte en el mapa de su novela, se da ha entender que los cocineros de la guardia fronteriza no tienen problemas en conservar y preparar alimentos congelados utilizando cuevas de hielo.
Así que espero que este postre os levante tanto el ánimo como debía hacerlo con los pobres guardias que pasaban largas horas de vigilia.
¡Buen provecho!
Ingredientes :
1/2 kg de arándanos azules frescos
2 claras de huevo ligeramente batidas
250 ml. y 2 cucharaditas de leche o nata (crema de leche)
2 cucharadas de miel
Una pizca de sal
2 cucharaditas de azúcar
Preparación:
Para empezar selecciona los arándanos, apartando los más maduros para consumirlos frescos cuanto antes. La clave es congelarlos por completo, bien separados en un plato o una bandeja. Una vez congelados, podrán pasarse a una bolsa y guardarse durante 6 meses.
Mientras las bayas se congelan, mezcla las claras de huevo con una taza de leche en un cazo. Ponlas a fuego fuerte hasta que empiecen a hervir, sin dejar de batirlas. Baja el fuego al mínimo y déjalo así unos 5 minutos. Añade la miel y la sal. Tras 1 ó 2 minutos más a fuego lento, cuela las natillas a un cuenco.
Añade el resto de la leche y el azúcar. Pásalas a una jarra o salsera y enfríalas; a medida que se enfrían se van espesando.
Para servir este manjar solo hay que verter las natillas sobre los arándanos helados.
Tenía mis dudas con esta receta, ya que las natillas se elaboran con claras de huevo y no con las yemas. Pensaba que no saldría, pero sí que sale. ¡¡Me sorprendió!!
También pensaba que comer arándanos congelados sería incomodo. Y no, también me he sorprendido, la sensación es de estar comiendo un rico helado.
Con este receta participo en el Reto TS en el mes de abril celebrando el día del libro.
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Abreviaturas
c/s = cucharada sopera
c/p = cucharada postre
c/c = cucharada café
c/n = cantidad necesaria