El Viernes Santo, mi hijo mayor sale de procesión, desde las 7 de la mañana hasta las 3 de la tarde aproximadamente y por la tarde vuelve a salir. Y claro, cuando llega a casa tiene un hambre (aunque se tome el bocata de tortilla a media mañana) y un cansancio encima, que lo que menos quiero es discutir con él sobre la comida. Por eso este año le pregunté qué quería que le preparara y sin dudar me dijo: "Arroz negro con calamares, con su ali-oli incluido, por supuesto". Y claro cómo le iba a decir que no. Sólo decir que lo comió con una satisfacción, que no dejaba de sonreir mientras le veía comer.
INGREDIENTES
2 tazas arroz
2 potas grandes
1 bolsita tinta de calamar
1 bote tomate triturado
Aceite de oliva
Azúcar
Sal gorda
1 hoja laurel
Agua
ELABORACIÓN
Limpiamos las potas y las picamos en cuadrados, los tentáculos los cortamos de dos en dos. Lo rehogamos bien en una cazuela baja y dejamos que suelten todo el agua.
Añadimos el arroz y lo rehogamos bien, le echamos el tomate triturado, la bolsita de tinta, una cucharadita de azúcar (esta es opcional), la hoja de laurel, removemos todo bien y lo cubrimos con agua, recordando que son dos tazas y media de agua por una de arroz. Sazonamos al gusto y dejamos reducir a fuego medio, moviendo de vez en cuando, para que no se pegue el arroz.
Al servir lo acompañamos con una salsa ali-oli muy sencilla que podemos hacer con mayonesa y un poco de ajo granulado.
CONSEJOS ÚTILES
La salsa ali-oli es opcional, pero es el complemento perfecto para este plato de arroz.
Hay muchas marcas de ali-oli en el mercado y todas son muy ricas.