Esta receta de origen judío nos tiene a todos enamorados. Es su aroma, la textura de la masa...y el relleno que queráis darle lo que la hará muy especial y divertida ya que combinaciones hay muchas. Podéis hacerlo con frutos secos, con chocolate, de manzana, pasas, especias...existen muchas posibilidades y el resultado será siempre diferente y delicioso.
En esta ocasión me animé a elaborarlo con crema de avellanas y pistachos. Lo mío con los pistachos últimamente no tiene nombre. Desde que la doctora me los recomendó entre otros alimentos para aumentar el hierro, los compro más a menudo y debo decir que se está convirtiendo en un vicio. Y es que con la crema de chocolate van geniales.
Además, con esta receta participamos en un donde elaboramos recetas inspiradas en la serie The Marvellous Mrs. Maisel o La Maravillosa Señora Maisel. Viajamos al Nueva York de los años 50 y nos adentramos en una atmósfera de familias de clase alta judía. Donde las mujeres intentan abrirse camino contra todos los estereotipos de la época. Creo que este babka bien podría estar entre esas mesas de desayuno o recién salido de un obrador de los locales del Downtown. Es una elaboración judio-americana de aquella época cuyo origen es del este europeo. Como curiosidad decir que Babka significa abuela en varios idiomas eslavos porque sus pliegues recuerdan a las faldas antiguas de las abuelas. Un referente de esta cultura que hoy llega a nuestras mesas.
¡Adéntrate en mi cocina y acompáñame a preparar este babka tan especial!
Ingredientes: Para la masa
- 400 grs. harina
- 10 grs. levadura fresca
- 3 huevos batidos
- 40 grs. azúcar
- 1/2 cdta. sal
- 100 grs. mantequilla
- 80 ml. leche
- 1 huevo batido para pintar
Para el relleno
- 200 grs. crema de avellanas aporx.
- Pistachos troceados
Para el almíbar
- 100 grs. agua
- 100 grs. azúcar
* Pistachos troceados para decorar
Preparación: Para la masa comenzamos añadiendo los ingredientes secos a nuestro bol de amasado o amasadora. Mezclamos la harina con la levadura desmenuzada y el azúcar. En el lado opuesto agregamos la sal.
Mientras integramos estos primeros ingredientes añadimos poco a poco los huevos batidos. Templamos la leche y la vamos añadiendo después. Dejamos la mantequilla para lo último, que agregamos en dados y a temperatura ambiente. Amasamos hasta que se integre completamente y nos quede una masa sedosa, tipo brioche. Si véis que está un poco pegajosa, podéis añadirle un poco más de harina depende mucho del fabricante a veces.
Haremos una bola que estiramos en una superficie enharinada con nuestro rodillo. Le damos una forma rectangular y la parte larga miranndo hacia nosotros. Estiramos la masa hasta que alcance un grosor de medio centímetro. Añadimos la crema de avellanas con una espátula.
Para que sea más fácil de manejar, podéis ponerla unos segundos al microondas en un recipiente aparte y es más fácil de extender sobre nuestra masa. Dejamos un borde de un centímetro aproximadamente.
A continuación, añadimos los pistachos troceados. Luego enrollaremos a lo largo y dejaremos la "costura" de la masa hacia abajo.
Cortamos a todo el largo y por la mitad con un cortapizzas. Ahí veréis lo bonitos que se ven los pliegues del enrollado. Con las dos partes que tenemos haremos una trenza. Unimos dos puntas y vamos trenzándola y luego sellamos las puntas de nuevo. Llevamos a un molde rectagunlar engasado previamente o con papel vegetal. Si véis que es muy larga podéis ponerla en dos moldes. Ahora toca dejarla levar unas 2 ó 3 horas o hasta que doble el volumen.
Mientras esperamos podemos hacer el almíbar que consiste en agregar el agua y el azúcar en un cazo. Calentamos a fuego medio y, cuando hierva, lo mantenemos hirviendo unos 5 minutos a fuego bajo. Reservamos.
Una vez levado nuestro babka, pintamos con huevo batido y horneamos 15 minutos a 190 grados y unos 20 minutos a 150 grados. Para que no se dore demasiado, cuando bajamos la temperatura lo podemos cubrir con papel de aluminio hasta el final del horneado.
Una vez transcurrido este tiempo, lo llevamos a la rejilla y pintamos con el almíbar. Decoramos con los pistachos troceados. Dejamos enfriar. Esta receta se puede comer templada o bien bría, como más os apatezca. Lo conservaremos un par de días en un recipiente hermético. Aunque estoy casi segura que se terminará antes...
Espero que os haya gustado la receta. ¿la conocíais o la habéis elaborado ya? ¿Sabéis que en teoría era una receta para pascua? Aunque después se elabora todo el año, incluso en ocasiones igual de especiales como la navidad. El año pasado hice mi primer babka navideño en forma de corona y no sabéis lo que gustó.
Pienso versionarlo más veces e indagar un poco en las características originales de esta receta y profundizar más en su historia para después compartirla con vosotros.
Se vienen más recetitas en estos días para nuevos retos y concursos, así que nos vemos muy pronto!
Un saludo muy dulce!
Maribel García