El verano llega a su fin y vuelve una de las épocas más bonitas, para mi gusto, del año. Empieza el otoño y vuelven la calabaza y el boniato a casa así que hoy os propongo una receta dulce a base de calabaza. Esta receta la tenía sin publicar desde hace un par de años y creo que es un buen momento para que vea la luz.
Empecemos con los ingredientes:
- 2 huevos M
- 60ml aceite de girasol
- 60ml leche
- 1 cucharada postre de vainilla
- 250gr de calabaza cocinada
- 3 cucharadas de eritriol
- 200g harina de avena
- 2 cucharadas de postre de levadura
- 1 cucharada de postre de canela
- 1 cucharada de café de jengibre
- una pizca de sal
- chips de chocolate negro 80%
Empezaremos poniendo en un vaso batidor los 2 huevos junto al aceite y la leche.
Añadimos el edulcorante y batimos todos los ingredientes unos segundos a potencia alta. Reservamos.
A continuación batimos la calabaza cocinada y machacada con un tenedor junto con el extracto de vainilla. Para cocinar la calabaza simplemente tenéis que pelarla, retirarle las pepitas y cocinarla al vapor en le estuche de lékué durante 7 minutos a 700W
.
Juntamos con los otros ingredientes y mezclamos bien.
Seguidamente mezclamos la harina de avena, la canela, el jengibre y la levadura.
Tamizamos los ingredientes y los vamos agregando a la mezcla de calabaza que teníamos en el bol.
Finalmente sólo quedaría añadir una pizca de sal para potenciar el sabor y las pepitas de chocolate.
Vertemos la mezcla en un molde de silicona de unos 15 cm de diámetro y horneamos unos 20 minutos a 180ºC.
Pasado el tiempo pinchamos con un palillo y, si éste sale limpio, retiramos del horno para dejarlo enfriar en una rejilla unos minutos. Posteriormente desmoldamos para que no coja humedad el bizcocho.
Y éste sería el resultado, un bizcocho muy jugoso y rico, ideal para esta época del año que llega.
Espero que so guste y hasta la próxima!
Fuente: este post proviene de Una caja en el desvan, donde puedes consultar el contenido original.
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