La naranja, por su parte, otorga al bizcocho ese toque especial. He elegido una semi-confitura, con azúcar de coco, que convierte al bizcocho en un dulce más goloso si es posible. Un bizcocho perfecto para acompañar el té en el desayuno o para darnos un gusto saludable después de comer.
Ingredientes
Para el bizcocho
2 plátanos
250 gr de puré de calabaza
50 gr de azúcar de coco
50 gr de sirope de ágave
180 gr de harina integral de espelta
1 cucharada de levadura
100 gr de aceite de oliva
ralladura de 1 naranja
50 gr de nibs de cacao (opcional)
Para confitar las naranjas
1 naranja
125 ml de agua
60 gr de azúcar de coco
Preparación
El bizcocho
Pelamos la calabaza, la cortamos en dados y la ponemos a cocer en agua hirviendo. Cuando esté tierna, la escurrimos y la hacemos puré en el procesador de alimentos. Reservamos.
En un bol grande machacamos los plátanos con un tenedor. Añadimos el azúcar de coco, el sirope de ágave y el aceite de oliva y mezclamos/batimos hasta que todos los ingredientes queden bien incorporados.
Añadimos el pure de calabaza a la mezcla y poco a poco, la harina mezclada con la levadura. Vamos batiendo para que se incorpore poco a poco y no queden grumos.
Por último, añadimos a la mezcla la ralladura de naranja y los nibs de cacao.
Ponemos en un molde engrasado con aceite de oliva la mezcla y lo metemos en el horno (previamente precalentado a 180º) unos 35 minutos a 180º. Dependiendo del horno, puede que el tiempo varíe. Lo mejor es ir comprobando el punto a partir de los 25 minutos con un palillo de madera. Cuando salga limpio, el bizcocho estará listo.
La naranja confitada
Lavamos muy bien la naranja y la cortamos en rodajas muy finas, desechando los extremos.
Ponemos en una olla pequeña el agua y el azúcar de coco y lo llevamos a ebullición.
Cocinamos las rodajas de naranja una hora más o menos a fuego medio, controlando que no se queme.
Pasada la hora, sacamos las rodajas de la mezcla y las dejamos escurrir y secar en una rejilla. Reservamos el líquido que usaremos como almibar para el bizcocho.
Montaje
Cuando el bizcocho esté listo, lo dejamos reposar y enfriar una media hora antes de desmoldar.
Cuando tenemos el bizcocho desmoldado, añadimos el almibar resultante de la naranja confitada por encima y, con un pincel, lo extendemos por todo el bizcocho. Así conseguiremos que sea super tierno.
Por último, colocamos a nuestro gusto las rodajas de naranja confitada.
¡Espero que te guste! Quiero saber de ti. Cuéntame en los comentarios qué te ha parecido la receta o cómo la has adaptado a tu cocina.
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