No es fácil llegar al corazón de una castaña pero cuando se llega te enamora. Si sois de los que os gusta ir al campo a por castañas sabréis que para alcanzar el trofeo primero hay que superar una corteza de pinchos, luego una capa durísima y, finalmente, una tercera capa consistente en una membrana que hay que eliminar porque amarga. Todo lo bueno se hace valer. Pero lamentablemente la castaña es un fruto muy de temporada. Nos acordamos de ella cuando nos aproximamos a la fiesta de Todos los Santos. Y nos la comemos casi siempre acompañada de dos fieles escuderos: el boniato y los panellets. Pasadas estas fechas, nuestro enamoramiento disminuye, se desvanece. Es un error porque con las castañas se pueden preparar dulces, o podemos utilizarlas como guarnición en platos de carne. Aprovechando que aún teníamos Crema de castañas hicimos estos bizcochos individuales. De pecado mortal.
RECETA
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INGREDIENTES
250 g de crema de castañas.
150 g de azúcar.
3 huevos.
200 ml de nata (crema de leche) para montar.
150 g de harina.
1 sobre de levadura Royal.
Una pizca de sal.
135 g de mantequilla.
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PREPARACIÓN
Batir la crema de castañas con la nata (crema de leche). Reservar.
Batir los huevos con el azúcar hasta que estén blanquecinos y espumosos.
Añadir la mantequilla deshecha en el microondas.
Añadir la crema de castañas junto con la nata (crema de leche).
Por último añadir la harina tamizada junto con la levadura y una pizca de sal. Mezclar bien.
Poner en moldes individuales o en un molde grande untado de mantequilla y meter en el horno precalentado a 180º (si los hacéis en moldes individuales en 15 minutos estarán, si es en molde grande necesitará 30 o 35 minutos; comprobad con una brocheta si está hecho antes de sacarlos del horno).
Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
Consejo : si no queréis hacer la crema de castañas, podéis comprar un tarro en el supermercado.