La cidra es un tipo de calabaza de cáscara muy dura de un característico color verdoso con manchas amarillo pálido que en su interior contiene una carne de color blanquecina. Tiene unas pipas de color negro, lo que facilita el trabajo de quitar las semillas para su uso.
La verdad es que no lleva tanto trabajo como pensé en un primer momento, aunque esto, como todo, depende del tiempo que le queramos dedicar. Yo he escogido la versión rápida, sin ensuciar mucho y cociéndolo de dos veces.
El resultado ha sido buenísimo. Y además muy bonito, pues ha quedado con un color dorado precioso. Y, lo envasé al vacío para asegurarme de que me aguantase y poder usarlo para rellenar algún postre o acompañar algún plato.
Ingredientes
1 calabaza cidra (Sólo la pulpa 700 gr)
700 gr de azúcar
1 vaso pequeño de agua (100 ml)
1 rama de canela
Partir la calabaza y sacar la pulpa. Cortar la pulpa en trozos y quitar las pepitas. Cocer en agua hasta que quede blanda. Sacar y escurrir bien. Yo la dejé toda la noche escurriendo. Separar los cabellos con ayuda de un tenedor.
Preparar un almíbar con el agua y el azúcar. Cuando adquiera el punto de hebra, añadir la pulpa de calabaza bien escurrida y dejar cocer hasta que los cabellos estén tiernos y el almíbar espese.
Envasar y conservar en la nevera. Yo lo envaso al vacío y así me aseguro de que aguanta más tiempo.