Esta es una buena idea para aprovechar al 100% los calamares enteros. Un plato delicioso, nutritivo y totalmente natural.
Para 4 porciones necesitamos: 1 y medio kilo de calamares enteros + 1 taza de quínoa + 1 cebollas + 1 zanahoria + 1 kilo de tomates perita + condimentos a elección.
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Primero vamos a hacer la salsa, que simplemente consiste en licuar los tomates peritas y condimentarlos a gusto (pimentón, pimienta, sal marina y laurel es lo que utilizamos en este caso). Los llevamos a fuego medio y ponemos al mínimo y tapamos apenas hierva.
Aproximadamente en 1 hora la salsa estará reducida y lista.
Mientras la salsa se cocina procedemos a preparar el relleno, salteando la cebolla y la zanahoria con un poquito de aceite de oliva. Apenas se dore levemente agregamos sólo las aletas y los tentáculos del calamar, picados.
Elegimos quitar toda la piel violeta, pero pueden dejarla. Cocinamos unos 20 minutos y añadimos la quínoa (previamente bien lavada). Seguimos cocinando hasta que esté tierna y se abra por completo. El relleno quedará de esta manera.
Aparte preparamos los tubos del calamar. Les quitamos todo las vísceras y la piel. Lavamos y rellenamos con la preparación anterior. Para mantener el tubo cerrado usamos un palillo.
Ahora podemos introducir los tubos rellenos en la salsa y cocinarlos tapados y a fuego medio por aproximadamente 20 minutos.
El secreto para lograr un calamar tierno es cocinarlo el tiempo justo y necesario (o caso contrario, si te pasaste del tiempo y quedaron duros, cocinarlos mucho tiempo más... se reducirán en tamaño pero volverán a estar tiernos).
¡Buen apetito!