Hay muchas recetas de él que me gustan, el risotto, la pasta o su famosa “tarta de limón rota”, pero me he decantando por este “falso” cappuccino porque ya sabéis lo que me gustan los trampantojos, y este lo es en toda regla.
El de Massimo es una crema de patata, espuma de cebolla y vinagre de Módena, yo lo he cambiado por una patatas guisadas de toda la vida, pero cambiando la textura, la presentación y con el toque de vinagre. Es facilísimo, y hecho para dos, por lo que podéis sorprender a vuestra pareja, o aplicarlo a mucha gente para servirlo y dejarles con la boca abierta. Vamos a ello.
INGREDIENTES(para 2 personas)
-2 patatas medianas
-2 trozos carne para guisar (o costillas, al gusto)
-media cebolla
-medio vaso de vino blanco
-sal, pimienta
-vinagre de módena balsámico
Ponemos en una cazuela un chorro de aceite y rehogamos la cebolla picadita, incorporamos la carne y salpimentamos.
Dejamos unos minutos y luego añadimos las patatas cortadas en trozos (en este caso no importa porque luego lo pasaremos). Vertemos el vino y dejamos evaporar unos segundos.
Cubrimos con agua y dejamos cocer hasta que la carne esté tierna.
Para emplatar sacamos la carne de la cazuela y la picamos pequeñito añadiéndole un poco de caldo para que no queden secas y colocamos al final de las tazas. Trituramos en un vaso de batidora las patatas con la cebolla y un poco de caldo hasta tener un puré espeso.
Colocamos el puré en una manga pastelera con boquilla rizada y le damos forma encima de la carne. Decoramos con un chorro de vinagre de Módena y servimos en caliente.
Si lo preparamos con anticipación podemos calentarlo en el microondas.
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