Hoy me apetecía traeros una tarta de queso, los que me conocéis y/o leéis habitualmente ya sabéis que son mi postre favorito. Esta la hice hace tiempo pero no la había publicado hasta ahora. Es del tipo "tarta fría", ya que no va horneada, pero tampoco lleva gelatina para cuajar, aunque queda muy consistente como podéis ver en las imágenes. Ya sé que con el frío que está haciendo y con las nevadas que están cayendo lo que más apetece es un postre calentito como un coulant de chocolate, un brownie (clásico o de oreo) o un buen chocolate a la taza, pero ¿quién puede resistirse a una tarta de queso? Nadie, o por lo menos, yo no puedo...jajaja
Esta receta está sacada de una colección de la que he hecho algunas, se llama precisamente "Cheesecakes" y en ella podréis encontrar esta receta, y también la de frambuesas y la de vainilla con base de galleta y que está deliciosa!
Ingredientes: (molde 20 cm diámetro)
- 200 gramos de arándanos frescos (reservamos algunos para decorar)
- 25 gramos de azúcar
- 20 gramos de zumo de limón (para la cobertura)
- 80 gramos de mantequilla
- 200 gramos de galletas tipo Digestive
- 500 gramos de queso mascarpone
- De 350 a 380 gramos de leche condensada
- 70 gramos de zumo de limón (para el relleno)
Elaboración:
1. Preparamos primero la cobertura de arándanos, para ello, ponemos en el vaso los arándanos, el azúcar y los 20 gramos de zumo de limón y programamos 5 min/80º/vel. cuchara. Lo retiramos a un bol y lo dejamos enfriar, aproximadamente unos 30 minutos. Lavamos el vaso.
2. Ponemos un círculo de papel de hornear sobre la base de un molde desmontable de unos 20 cm y también una tira por las paredes, para que nos sea más cómodo desmoldar después, y reservamos.
3. En el vaso, ponemos la mantequilla y fundimos 2 min/50º/vel 2.
4. Añadimos las galletas troceadas y trituramos 10 seg/vel 8. Vertemos esta mezcla de galleta sobre la base del molde y la acomodamos bien, por ejemplo, con la ayuda de una cuchara o la base de un vaso, para que quede lo más lisa y uniforme posible. Metemos el molde en el frigorífico mientras preparamos el relleno, pero primero, lavamos el vaso de nuevo.
5. Una vez el vaso limpio, colocamos la mariposa en las cuchillas y añadimos el mascarpone, la leche condensada y el zumo de limón y mezclamos 20 seg/vel 3. Retiramos la mariposa.
6. De la salsa de arándanos que teníamos hecha, colamos los arándanos para incorporarlos ahora después en el relleno.
7. Sobre la base de galletas, ponemos la mitad del relleno de mascarpone. Repartimos sobre él los arándanos colados y terminamos cubriendo con el resto de relleno de queso, procurando que la superficie quede lo más lisa posible con ayuda de una espátula. Reservamos en el frigorífico un mínimo de 3 horas antes de servir.
8. A la hora de servir, decoraremos con los arándanos frescos que habíamos reservado al principio y regaremos con la salsa colada. El resto de la salsa podemos ponerla en una salsera por si alguien desea echarse más cantidad (que lo deseará, porque está riquísima...).