Os tengo que dar las gracias por la fantástica acogida que ha tenido. Me entusiasma la idea de compartir mensualmente tantas recetas de un mismo ingrediente.
Comenzamos este reto con un ingrediente de lujo: la naranja.
Ya os conté en una entrada, lo mucho que me gustan los cheesecake. Y precisamente en esa entrada, pensaba que había encontrado "el cheesecake perfecto", el cheesecake de plátano pero... quiero que me prometáis que haréis esta tarta de queso y naranja. Porfi, porfi, porfi...
Esta receta esta sacada (con algunas variantes, claro) del libro "Masas" de Michel Roux. Es un libro que recomiendo por el amplio surtido de masas, dulces y saladas, que en él podemos encontrar, además de muchas recetas con dichas masas.
Ingredientes (molde de 22 cm.)
Para la masa quebrada
200 gr. de mantequilla (en trocitos y a temperatura ambiente)
250 gr. de harina
100 gr. de azúcar glass
1 pizca de sal
2 yemas de huevo
Para el relleno
300 gr. de queso crema (tipo Philadelphia)
250 gr. de Mascarpone
Zumo de 3 naranjas
Ralladura de 1 naranja
4 huevos
200 ml. de nata (crema de leche)
Para decorar
Mermelada de naranja amarga DIET de La Vieja Fábrica
Naranja confitada
Primero vamos a hacer la masa quebrada: echamos la harina en un bol y agregamos la mantequilla, el azúcar y la sal y mezclamos con los dedos. Vamos añadiendo las yemas de huevo y seguimos amasando hasta que la masa esté ligada. Entonces la envolvemos con un papel film y la metemos en la nevera al menos una hora.
Cubrimos la base de un molde desmontable con papel de horno y colocamos el aro y lo cerramos. Estiramos la masa con la ayuda de un rodillo y la colocamos en el molde cubriendo la base y las paredes del molde y cortando la masa sobrante.
Pinchamos la base y colocamos un papel de horno y un poco de peso encima (yo pongo unos garbanzos) para que no suba la masa. Horneamos a 180º unos 20 minutos o hasta que los bordes de la masa estén dorados.
Mientras preparamos el relleno. Batimos los dos tipos de queso, el azúcar, la ralladura de naranja y el zumo de naranja colado hasta que todos los ingredientes estén perfectamente integrados. A continuación añadimos la nata (crema de leche) (sin montar) y los huevos de uno en uno batiendo para que se vayan integrando antes de añadir el siguiente.
Sacamos del horno la masa quebrada y retiramos los garbanzos. Rellenamos con la crema de queso. A mi como me sobró, rellené unos moldecitos individuales.
Horneamos a 140º durante aproximadamente 1 hora y media en la parte baja del horno. Después lo colocamos en la bandeja central y horneamos a 160º media hora más o hasta que introduciendo un palito, éste salga seco. Pasado este tiempo, apagamos el horno, abrimos la puerta y dejamos la tarta dentro hasta que el horno pierda temperatura.
Sacamos la tarta y la dejamos enfriar por completo en una rejilla.
Mientras se enfría vamos a preparar la naranja confitada poniendo un cazo con agua y bastante azúcar a fuego fuerte. Cuando entra en embullición se añaden las rodajas de naranja y se baja el fuego. Se deja cocer hasta que se evapora el agua por completo. Sencillo ¿verdad?
Una vez fría la tarta, calentamos un poco de mermelada de naranja amarga para que no esté tan espesa y decoramos la tarta con ella. A continuación ponemos encima las rodajas de naranja que habíamos confitado.
Los cheesecake están mejor de un día para otro. Yo os recomiendo que cuando se enfríe lo metáis en el frigorífico y lo saquéis un ratito antes de comerlo.
Observaciones:
Las cantidades del relleno de la receta original del libro de Michel Roux son las siguientes:
El zumo de 4 naranjas (la ralladura de 2)
350 gr. de queso fresco o cremoso
350 gr. de requesón
150 ml. de nata (crema de leche)
175 gr. de azúcar
4 huevos
Os puedo asegurar que con el zumo de 3 naranjas es más que suficiente. El sabor a naranja es intenso.
Al incorporar el queso Mascarpone y batirlo junto con el queso crema, la textura es todavía más cremosa si cabe.