Ese aroma me transporta por unos instantes a mi casa en Asturias, a mi infancia... a días de invierno llegando a casa, a la cocina de mi madre... También recuerdo con mucho cariño los juegos de niños que nos inventábamos mi hermano y yo en la mesa, en torno al cocido:
Para empezar, nos encantaba llenar la sopa de trocitos de pan, (los "barquitos" de toda la vida) para que se empaparan en el caldo y luego comerlos bien pringados! Como nos tomábamos el caldo con el pan, al final nos terminábamos comiendo los fideos sin caldo, y eso era algo que también nos gustaba mucho y que mis padres no entendían, jajaja! Rarezas de niños...
Los garbanzos no nos inspiraban ningún juego, pero nos entretenía mucho esquivar los trocitos de zanahoria que mi madre intentaba colarnos entre ellos... Luego si sobraban, se los comía nuestra gata Linda, que se ponía morada y no la volvíamos a ver en unas cuantas horas porque se pasaba la tarde entera durmiendo la siesta para digerirlos! No podía ni levantarse!!
Pero luego llegaba el plato con las carnes, y cómo no, con los rellenos... Qué festivales!! Siempre nos comíamos lo que menos nos gustaba antes para terminar con lo más rico; era como un ritual, yo empezaba por el trocito de pollo, seguía por la carne, seguía por el jamón y el chorizo y terminábamos con el relleno que nos volvía locos, y siempre nos los comíamos muy despacito, para que nos durara más tiempo... (a poder ser, más que al otro, y así si mi hermano terminaba antes, yo le chinchaba con el último trozo, y viceversa! aunque como yo era mayor, solía usar muchas artimañas para ser siempre yo la que "ganara").
Y para todo esto nos daba un cocido... Siempre los mismos juegos, siempre los mismos rituales... Durante años! No soy consciente de cuándo dejamos de hacerlo... de hecho, a día de hoy se me sigue "cayendo" algún trocito de pan a la sopa de vez en cuando... y las carnes, las sigo comiendo en ese orden, terminando con el relleno! Y es que la niña que llevo dentro despierta siempre que huele a cocido.
Y a estas alturas muchos de vosotros estaréis diciendo: ¿pero qué es eso de los rellenos? Es probable que muchos no los conozcáis porque depende de la zona en donde viváis... Mi madre siempre los hacía y para nosotros, un cocido sin rellenos es como un bollicao sin chocolate! Está incompleto. Y son tan fáciles de hacer... Son una especie de croquetas que se hacen con huevo, leche, pan rallado (o miga de pan, pan duro...), ajo y perejil. El sumum de la sencilllez! De hecho su origen es muy humilde, y es que antes había más escasez y no siempre se podía llenar la tripa de carnes deliciosas, así que era una forma de hacer "bulto" y aprovechar el pan duro... En la receta de hoy os explicaré cómo se hacen, pero evidentemente, se puede hacer el cocido sin ellos... a gusto del consumidor.
Yo siempre lo preparo con olla rápida, porque el resultado está riquísimo y lo de pasarme una mañana entera en la cocina es complicado por falta de tiempo, así que, amigos, podéis tener un cocido en una hora, pero para ello, debéis invertir en una buena olla rápida, con bastante capacidad, para que puedas cocinar en cantidad y así aprovechar para guardar o congelar un par de táperes. Para mí es imprescindible, y cocino muchos guisos, purés, potajes y estofados en ella, con un resultado excelente.
¿Pasamos a la cocina?
COCIDO CASTELLANO (en olla rápida)
Ingredientes (para 4-5 personas):
400-500 gr. de garbanzos
250-300 grs. de morcillo de ternera (en una pieza, sin trocear)
1 pechuga de pollo (también puede ser un cuarto trasero)
1 trocito de tocino
1 hueso de caña
1 punta de jamón (puede ser con hueso, aunque yo prefiero sin)
2 patatas pequeñas o 1 mediana
1/2 zanahoria
150-200 gr. de fideos finos
Aceite de oliva virgen extra
Agua
Sal
Para los Rellenos:
2 huevos
1 diente de ajo
unas ramitas de perejil
1 chorrito de leche
pan rallado (el que admita)
Elaboración:
El día anterior poner a remojo los garbanzos en agua fría y dejarlos toda la noche.
Preparar la olla rápida con un chorrito de aceite (unas 3-4 cucharadas) en el fondo y cuando esté caliente, poner el pollo y el morcillo para que se doren, durante unos minutos, teniendo la precaución de ir dándoles la vuelta para que se hagan por todos los lados.
Cuando estén dorados, añadimos el tocino, la punta de jamón y el hueso de caña. Añadimos agua hasta que estén bien cubiertas las carnes, y dejamos a fuego vivo hasta que comience a hervir.
Mientras tanto, aprovechamos para pelar las patatas y la zanahoria, y escurrir los garbanzos.
Al cabo de unos minutos, veremos que las impurezas de las carnes generan una espuma que flota, la vamos retirando con una espumadera.
Cuando la superficie del caldo esté limpia, añadimos entonces los garbanzos, las patatas y la zanahoria, sazonamos y si hace falta añadimos un poco más de agua (yo siempre pongo el máximo de capacidad que admite la olla, es decir, unos 2/3 de la capacidad total).
Cerramos la olla y dejamos a fuego moderado.Cuando comience a salir el vapor, señal de que ya está cocinando a presión, controlamos el tiempo y una vez que transcurran 25 minutos, apagamos el fuego.
Para poder abrir la olla rápida, deberá haber disminuido la presión hasta desaparecer, esto se puede comprobar con el indicador situado en la tapa. Se puede dejar durante un rato hasta que disminuya, o se puede acelerar el proceso introduciendo la olla bajo el grifo de agua fría. Mi olla permite abrir una válvula para que escape la presión, por lo que si tuviese prisa, también lo puedo hacer así.
Una vez abierta, sacamos las carnes y el tocino a una fuente y reservamos, retiramos el hueso de caña y colamos el caldo, para separarlo de los garbanzos y poder hacer la sopa.
Ponemos de nuevo el caldo al fuego medio, y añadimos los fideos, dejamos cocer unos minutos y el cocido ya está listo.
Si hacemos rellenos:
Mientras se cocina el cocido, vamos haciendo la masa de los rellenos.
Comenzamos picando el diente de ajo y el perejil muy fino.
Batimos dos huevos en un bol, como si fuesen para tortilla, y les añadimos un chorrito de leche (unas 4-5 cucharadas).
Añadimos el ajo y perejil picados y mezclamos bien.
A continuación, añadimos el pan rallado. La cantidad es "a ojo" ya que depende del tamaño de los huevos. Os recomiendo ir añadiendo poco a poco, y mezclar con un tenedor hasta lograr la consistencia que deseamos, una masa con cuerpo, densa pero que se pueda manejar y moldear, como si fuese una masa para croquetas. Si nos hemos pasado con el pan y ha quedado muy dura, podemos añadir un poquito más de leche para volver a dejarla más blandita.
Una vez tengamos la masa, ponemos a calentar una sartén con abundante aceite, y formamos las bolitas, yo me ayudo de dos cucharas, pero si preferimos, se pueden hacer con las manos. Se van poniendo en el aceite caliente y se fríen unos minutos, hasta que estén dorados. Se reservan.
Cuando estemos ya haciendo la sopa, se añaden al caldo y se les deja hervir unos 5 minutos para que se terminen de hacer. Pasado ese tiempo, se sacan del caldo y se sirven junto a las carnes.
Para comer el cocido, se sirve por un lado la sopa, por otro lado los garbanzos y por último las carnes y rellenos.
A tener en cuenta:
Si es la primera vez que utilizáis una olla rápida, es importante que leáis las instrucciones de la misma y lo tengáis en cuenta, ya que a veces, los tiempos y procedimientos varían en función del fabricante.
A la hora de hacer la compra, podéis ir a una carnicería de confianza, y directamente pedir "arreglo para un cocido" y seguro que el comerciante ya sabe lo que necesitáis!
Otras versiones: hay recetas que incorporan carne de cerdo, chorizo, morcilla y también verdura, como unas berzas. Para gustos... los cocidos!
Para facilitar la labor de separar los garbanzos, existen unas redecillas donde se introducen en crudo y que se meten en la olla para que se cocinen. Sespués sólo hay que sacar la redecilla con los garbanzos en su interior.
No hay excusa para no disfrutar de un buen cocido casero... ni siquiera el tiempo! Y además no importa si sois pocos comensales, las sobras del cocido dan mucho pero que mucho juego! No os perdáis las próximas recetas, que os propondremos formas deliciosas se "reciclar" restos.
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