Esta entrada trata de cómo cocinar para varios días de forma que puedas llevar comida saludable al trabajo y comer bien, sin que afecte tanto tu presupuesto. ¿Por qué? Porque con Fer sabemos que ahorrar es algo que le gusta a cualquiera. Que comer bien, es algo que beneficia a todo el mundo. Y que comer rico no debería significar ser un esclavo de la cocina.
Desde hace un año que vivimos juntos y que hemos ensayado varias formas de preparar nuestras comidas. Hay un par que nos han funcionado bastante bien para alguno de los factores importantes (comer rico, comer bien, tiempo, presupuesto). Sin embargo, la mayoría de los métodos, para nosotros, quedan cojos en alguno de los puntos importantes. Generalmente relacionado con el tiempo, el presupuesto o comer rico, porque hasta eso podemos cocinar muy rápido para comer bien y que no salga tan caro. Desde hace un par de meses, sin embargo, creo que encontramos la fórmula que nos funciona. Hoy la idea es contártela, para que la pruebes y adaptes a tu estilo de vida.
Primero, algunos puntos importantes que evitan que tengas comidas saludables en la semana
Para poder comer rico y saludable en la semana, el primer punto que necesitas cubrir es saber por qué no lo estás haciendo o cuáles son los principales problemas que surgen cuando decides cocinar todos los días.
¿Qué encarece el súper?
Primero, las cosas que elijas comprar y dónde las compres. No necesitas todas las verduras fancy en paquetitos elegantes para comer rico y comer bien. Lo que necesitas es verduras frescas.
Lo que tiras a la basura: si compras verduras para varias semanas y al final estás tirando un montón de cosas que no usaste… Estás, primero, desperdiciando comida (que es triste) y segundo, botando tu presupuesto con las hojas marchitas de la lechuga que no te comiste.
La pereza: porque comprar las verduras que ya vienen peladas en empaques especiales al vacío o con gases especiales son lo mismo que está al lado en su empaque natural, solo que mucho más caras. Dedícale un ratito a pelar tus verduras y vas a ahorrar dinero.
Cocinar mil veces durante la semana: piensa que, si de una vez cortas las verduras y las proteínas de varios días, lavas solo una o dos veces la tabla de picar y el cuchillo. Si lo haces cada día, la lavas una o dos veces también, pero cada día. Si usas el mismo sartén para saltear el pollo de dos días, no lo tienes que lavar y calentar desde cero dos veces sino solo una. Detalles, pero que van sumando.
¿Qué hace que no comas saludable y rico?
La pereza y falta de organización: Fer y yo somos culpables de esto. Primero, necesitas organizarte para ir a hacer súper, comprar lo que necesitas y luego dedicarle el rato. ¿La alternativa? Terminar comiendo en la calle, donde no sabes qué te están dando y no puedes tomar siempre las mejores decisiones. Como yo, que termino comiendo quesadillas de chicharrón.
La falta de ideas: siempre terminas haciendo la misma ensalada y pollo a la plancha, que, francamente, es algo aburrido. Busca recetas. Aquí en el blog hay varias, pero internet es un mundo casi infinito. Están las librerías, también. No necesitas algo nuevo para cada día: encuentra las cosas que te gustan y ponlas en rotación, haciéndoles variaciones pequeñas. Algunas ideas: revisa aquí para tres ensaladas para llevar, aquí un stir fry de res súper rico y fácil.
¡Socializar!: Siempre salen todos los de tu oficina a comer y no quieres perderte la hora de descanso con ellos, porque la pasas rico. Es comprensible. Dos propuestas: invítalos a que lleven comida un par de veces a la semana o lleva tu táper a donde ellos vayan. En la mayor parte de restaurantes chiquitos de menú del día (muy probablemente los que frecuentan en tu oficina) no les importa calentarte tu comida si todos los otros de la mesa están pidiendo el menú. Si acaso, te cobran algo simbólico por el uso del microondas, pero al final estás comiendo bien y gastando menos.
¿No tienes suficiente tiempo?
Si cada día entre semana tienes que dedicarle entre media y una hora a preparar la comida del día siguiente, terminan siendo entre 3 y 5 horas que podrías aprovechar de otras formas. Si lo haces todo de una vez, es posible que en total te tardes dos horas y puedas dedicarle tus noches a otros temas.Cómo comer bien, saludable y rico en la semana
Ya pasamos por lo más importante: identificar los problemas que evitan que te prepares tus comidas y así comas rico y saludable día a día. ¿Te fuiste fijando en cuáles son tus puntos débiles? ¿Se te ocurrió otro? Vamos a lo que necesitas entonces para poder comer bien a lo largo de la semana:
Organízate con anticipación:
Revisa recetas fáciles y útiles de llevar al trabajo. Te doy algunos tips:
Algo que necesite cuchillo está vetado para los almuerzo que Fer y yo llevamos porque sabemos que no tenemos con qué partir nada.
Cualquier cosa que sea un solo plato en sí misma (como ratatouille con pollo) está súper aprobada porque no importa que se mezcle en el táper o el sartén. Y si se mezcla en el sartén, pues es el doble de rápido que hacerlo por partes o ensuciar dos sartenes.
Descartamos todo lo frito y, para la comida, no incluimos carbohidratos. Como sabemos que los comemos todo el día (en el desayuno, en las entrecomidas) decidimos simplemente no incluirlos en la comida y cambiarlos por más verduras.
Para limitar el uso de aceite, usamos de esos que son en aerosol.
Nos basamos sobre todo en verduras (frescas y congeladas) y en proteínas magras o versátiles. Usamos lomo de cerdo, de res, carne molida magra, pechuga de pollo y pescado.
Haz una lista de lo que vas a llevar de almuerzo esta semana y revisa qué te hace falta. Si quieres ir más allá, planea también tus desayunos, entrecomidas y cenas. Por ahora, comienza con los almuerzos. Ve un paso a la vez.
Anótalo y ve al súper solo una vez para lo de la semana, si ya sabes qué necesitas, te vas a tardar quince minutos. No estás comprando para un mes sino para cinco recetas.
Con Fer nos dimos cuenta de que, si la semana tiene cinco días, lo mejor es cocinar para cuatro. Si tiene cuatro, hacerlo para tres. Siempre va a salir un imprevisto: el cumpleaños de alguien, una reunión de último momento… Algo. Y si no, tenemos un comodín rápido para el último día de la semana: generalmente, ensalada de atún que te demoras en preparar diez minutos en total.
Dedícale un tiempo definido:
Hazlo parte de tus planes: decide, por ejemplo, que el domingo en la noche vas a cocinar. Si te invitan a cine, dices que no. Y cocinas. O los invitas a tu casa y conversan un rato en lo que preparas lo de la semana.
Pon música rica, sírvete una copa de vino y a cocinar.
Ve por partes, para ahorrar tiempo mientras cocinas:
Pica todas las verduras que vas a necesitar de una vez.
Corta todas las proteínas de una vez (en una tabla y con un cuchillo diferente al de las verduras, por favor)
Cocina todas las proteínas y luego todas las verduras. Si puedes, usa simultáneamente dos sartenes: en uno vas haciendo las proteínas, en el otro vas haciendo las verduras.
Ten alineados tus táper y ve sirviendo de una vez lo que vas sacando.
No pierdas de vista lo importante
Lo más importante: no te obsesiones. Ve un paso a la vez. ¿Quieres comer saludable? Comienza por elegir opciones saludables. Cada vez agrega más verduras en tu dieta. Limita el azúcar (y las bebidas llenas de azúcar). Revisa qué es lo que estás comiendo y cómo podrías mejorarlo un día a la vez. Lo importante, al final, es que te sientas bien contigo mismo. Que comas rico y lo disfrutes. Que estés saludable. Y que seas feliz. Eso, sobre todo. Feliz.