(Scroll down for the English recipe)
Y ahí estaba yo haciendo mis fotos a mis religieuses, tan deprisa para que me diera tiempo a ponerlas cuanto antes, cuando...... ring,ring!!!!
--¡Sí, digame...!
--Señora, Patricia, le llamo del colegio tal, tal, tal,... su hijo se ha caído y se ha dado un golpe en la nuca (que luego era la coronilla, que no es lo mismo). Dice que le duele mucho aunque no tiene nada, ¿puede pasarse a por él?
--¡Ahora mismo voy!
(A la porra las religieuses...) Menos mal que no era nada grave. Ha pasado bien la tarde y solo tiene un chichoncito. Este niño y sus ímpetus... Allá que se tiró de un salto por las escaleras y claro, cayó mal y se golpeó en la cabeza.
Y ya que llevaba mal lo de esta receta porque cuando terminé mis profiteroles me di cuenta que la crema de dentro tenía que dejarla 6 horas en la nevera, pues más me atrasé. Esta noche estoy corriendo para dejarla lista. Espero que por lo menos os guste. La glasa quedó demasiado líquida, la próxima mejor con chocolate, pero es ver la crema y las frambuesas y hacérseme la boca agua. ¿Y a ti?
Bueno, pues esta es mi propuesta para este mes en nuestro reto de Una galleta, un cuento. Nuestra amiga María Luisa del blog Mi dulce Valentina, fue la ganadora del mes pasado y eligió el cuento Piel de asno, de Charles Perrault para hacer una fiesta espectacular.
Este cuento, es un poco complicado en el sentido de que la pobre princesa "Piel de asno", no solo tiene que llevar el pesar de su madre muerta sino que además, tiene que luchar con la locura de su padre que quiere casarse con ella a toda costa. Encima, tiene que ponerse una piel de asno por encima (que no tenía que oler muy bien) y escapar de sus comodidades para ser una porqueriza y vivir en una choza. Por supuesto, allá que viene el príncipe a rescatarla (porque ella sola no podía, claro,...) y después de hacerle un pastel con un anillo escondido, se casan y viven felices para siempre. ¿Lo conocías?
Para este cuento me decidí por una receta de la repostería francesa. Sus delicadas creaciones vienen perfectas para los cuentos de hadas, como los canellés que hice para La bella y la bestia. Así que para Piel de asno, unas religieuses de frambuesa, receta de un libro magnífico que recomiendo 100%: Pasteles de Alta Costura de Patricia Arribálzaga.
Las religieuses son unos dulces franceses a base de pasta choux, rellenos de crema pastelera normalmente. Están formados por dos "profiteroles" (en nuestro caso pusimos 3) y según parece, tienen la apariencia de la mira papal, de ahí lo de religieuses.
Bueno, sin más os dejo la receta para que disfrutéis de ella. Es una delicia, os lo aseguro.
RELIGIEUSES DE FRAMBUESA
Ingredientes:
Para la pasta choux:
150 ml. de agua
75 gr. de mantequilla
1 cdta. de azúcar
1 pizca de sal
100 gr. de harina
4 huevos M
Para la crema de frambuesa:
3 hojas de gelatina del Mercadona
250 gr. de nata (crema de leche) para montar +32% M.G.
40 gr. de azúcar glas
200 gr. de frambuesas
24 frambuesas
Para la decoración:
Glasa real (o chocolate derretido) con un poco de colorante o jugo de frambuesa
Sprinkles dorados
Preparación:
De la pasta choux:
Tamizamos la harina, el azúcar y la sal y reservamos.
En un cazo, calentamos el agua y la mantequilla y llevamos a ebullición.
Añadimos la harina de golpe y removemos con una cuchara hasta que la pasta se despegue bien.
Quitamos del fuego y dejamos reposar 10 minutos.
Encendemos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo, sin ventilador.
La volvemos a poner en el fuego y la secamos. Para hacerlo más fácil, con la cuchara extenderemos la masa por el fondo del cazo como si estuviésemos pintando. Lo haremos durante unos 5 minutos.
Quitamos del fuego.
En una jarra, batimos los huevos y los vamos incorporando a la masa. Removemos con una cuchara hasta que se haya mezclado el huevo bien. Volvemos a añadir otro poco y removemos. Así hasta que tengamos una masa de consistencia parecida a una crema pastelera espesita. (No pasa nada si os sobra huevo).
Metemos la masa en una manga pastelera con boquilla redonda.
Sobre una bandeja forrada con papel de horno, vamos haciendo montoncitos de 6 cm, 4 cm y 2 cm de diámetro. Hay que ponerlos separados porque crecen un poco. Yo horneé los mayores durante 40 minutos. Los otros durante 25 minutos.
Pasado el tiempo, dejamos entreabierta la puerta del horno durante unos 10 minutos, para que no se bajen.
Sacamos del horno y los dejamos reposar sobre una rejilla hasta que se enfríen.
Si no los vamos a rellenar en el día, los metemos en una bolsa con cierre y listo.
De la crema de frambuesa:
La crema la debemos hacer el día antes.
Remojamos la gelatina en agua durante unos 20-25 minutos.
Hacemos un puré con las frambuesas y las colamos para quitar la semillas.
En un cazo, calentamos el puré y le añadimos la gelatina escurrida. Removemos y dejamos enfriar.
Montamos la nata (crema de leche) y cuando esté como crema suave, añadimos el azúcar y terminamos de montar.
Integramos el puré a la nata (crema de leche), con movimientos envolventes.
Metemos en recipiente hermético y reservamos, mínimo 6 horas, yo la dejé toda la noche.
Montaje y decoración:
Ponemos la crema de frambuesa en una manga pastelera.
Hacemos unos agujeros en la base de los profiteroles y los rellenamos con la crema.
Le metemos dos frambuesas a los grandes y una frambuesa a los pequeños. Terminamos de rellenar con la crema.
Los bañamos con un poco de glasa y montamos uno encima de otro.
Decoramos con los sprinkles dorados y listo.
¡A disfrutar!
¿A que dan ganas de comérselas todas?
Espero que os haya gustado.
Os dejo todas las ideas que han tenido mis compis de reto. Todas fantásticas.
¡Hasta pronto!