Es algo que hago habitualmente: congelar verduras y hortalizas, picadas previamente. Lo hago desde que, hace tiempo, descubrí que entre los congelados del súper había "preparado para sofrito congelado", "cebolla picada congelada" o "zanahoria rallada congelada", por poner ejemplos. No es que me parezca mal que se vendan, pero para mí es mucho mejor hacerlo casero porque así, entre otras cosas, las verduras y hortalizas que voy a utilizar han sido elegidas antes por mi.
Es una idea muy práctica porque nos ayuda a ahorrar tiempo en el cocinado, incluso ensuciamos menos la cocina y no tenemos ni que sacar la tabla de cortar. Además, de esta forma, podemos aprovechar para que, esos pimientos que se están poniendo feos o esos tomates demasiado maduros, no lleguen a estropearse y podamos darles uso en otro momento.
Para los que tengáis huerto o, mucho mejor, el vecino agradecido que de repente aparece con unos kilos de las verduras o hortalizas que sean, también os servirá esta idea para darle salida a esos productos.
Yo lo congelo en bolsas aptas para congelar, de las pequeñas, y las cantidades son más o menos para una receta. Para eso hay que tener en cuenta cuántos seremos en casa. Por ejemplo: para dos personas suelo congelar una mezcla de media cebolla picada, medio pimiento verde, medio pimiento rojo y un tomate. Lo hago así porque estos ingredientes son la base de muchas de mis recetas.
Por supuesto, cada uno, puede hacer las combinaciones de verduras y hortalizas que quiera.
Antes de picar lar verduras, ni qué decir tiene que, hay que lavarlas y secarlas bien con un paño limpio.
A la hora de picarlas lo podéis hacer como más os guste: más grande, más pequeño, en juliana,...
Por último, se introducen en una bolsa para congelar en la que apuntaremos la fecha en que lo hemos puesto a congelar. De esta forma nos aseguramos de que no estén más del tiempo recomendable en el congelador. En el caso de verduras y hortalizas no más de 8 meses, aunque hay algunas que aguantan hasta los 12 meses.
Cuando vayáis a echar mano de una de estas bolsas para cocinar, pondréis las verduras en la sartén sin aceite durante un minuto a fuego medio. De esta forma se eliminan los cristales de hielo que se forman al congelar. Y, pasado el minuto, ya podéis poner el aceite y comenzar a cocinar vuestro sofrito.
¿Os ha gustado este truco de cocina? ¿Lo vais a poner en práctica?
Gracias por suscribirte, Un beso. Chus