Mi primer beso me lo dieron detrás de una tapia junto a un descampado. Todavía me acuerdo.
Era verano, y yo tenía uno de esos amores de verano que se tienen con diez años, que un día me cogió la mano, me llevó hasta el descampado donde jugábamos a la pelota y me besó. Así. Sin más.
Y fue raro. Porque cuando tienes diez años y nunca nadie te ha besado, piensas que después te tiene que pasar algo. Algo como que te crezcan las tetas, te salgan superpoderes o te hagas mayor de pronto. Pero no pasó nada de eso. En su lugar, la tarde continuó paseando por el parque y ya.
Confieso ahora que me dio un poco de cosa, me pareció algo muy baboso y en general, no me gustó nada. Sí el hecho de tener esa primera conexión cósmica con otro niño de diez años, pero no el beso en sí. Bueno, digamos que con el tiempo he cambiado de opinión.
El niño fue mi primer amor oficial desde los diez hasta los doce o trece años, un noviazgo en la distancia. Ese niño vivía en Canarias y yo vivía en un pueblo del norte peninsular, con lo que nuestro romance fue de cartas [que todavía conservo, incluso las escribía dos veces para quedarme con una copia de las que enviaba en aquellos años sin fotocopiadoras a cada vuelta de esquina] y de llamadas telefónicas muy largas.
Como más allá de aquello seguimos manteniendo algún contacto puntual [felicitaciones de Navidad, cumpleaños] muchos años más tarde, con 24, este chico volvió a mi pueblo para visitar a los amigos con los que había pasado aquel verano ya lejano. Y quedamos. El tímido niño morenito y menudo se había convertido en un hooligan cocaínomano e indolente al que vi varias veces por puro compromiso y del que nunca más he tenido noticia.
Ahora debería estar sonando aquella canción de Presuntos Implicados que decía “…como hemos cambiado… que lejos ha quedado… aquella amistad”
Cosas de la vida. Que sigue su curso. Y claro, los besos cambiaron de rumbo, de intención y de todas las cosas en las que pueden cambiar los besos. Por suerte.
INGREDIENTES
Cous cous integral, 150 g
Agua, 150 g + caldo concentrado de verdura
Aceite de oliva, 1 cucharada [15 ml]
Queso tierno de cabra, 40 g
Uvas frescas, 40 g
Uvas pasas, 20 g
Nueces, 20 g
Arándanos deshidratados, unos pocos
MODUS OPERANDI
Ponemos a calentar en un cazo la misma cantidad de agua que de cous cous. Una vez caliente, añadimos el caldo de verdura y lo retiramos del fuego. Añadimos el cous cous inmediatamente, lo tapamos y dejamos que los granos se hidraten durante unos minutos [con dos o tres es suficiente].
Lo devolvemos al fuego muy bajito, añadimos el aceite de oliva [se puede usar mantequilla en su lugar pero con queso yo prefiero el sabor del aceite] y le damos unas vueltas rápidas, no más de un minuto. Esto hará que se evapore el exceso de agua que pueda tener, y el aceite dejará el grano más suelto.
Y con el cous cous ya hecho, solo nos queda preparar los demás ingredientes. Las uvas están peladas y despepitadas para que al comer sean suaves y gelatinosas, y no nos encontremos pellejitos o pipas. Las pasas que he utilizado eran muy frescas y no necesitaban hidratación, pero si no es el caso conviene dejarlas media hora en brandy o zumo de naranja antes de usarlas.
Mezclamos el cous cous con todo lo demás [pasas, nueces, uvas y arándanos] y si lo vemos necesario, añadimos un poco más de aceite. No necesita sal, porque el cous cous ya está cocinado con caldo.
Se toma tibio, ni caliente ni frío de la nevera.
Receta asaltada vilmente, con alevosía, premeditación y mucha intencionalidad a: Churretes de Cocholate para el #asaltablogs de este mes. Que somos chorizos, pero con principios.