Esta moda comenzó aquí en España hace unos años yo diría que unos quince o veinte aproximadamente, es lo mismo que la moda en los grandes almacenes con el Black Friday o el San Valentín y que lógicamente se usa como técnica de marketing para vender y vender. Pero bueno es lo que hay, estamos en un mundo globalizado y con un consumismo salvaje. Para mí son poco rollo estas fiestas tan de niños aunque os cuento que mis hijos tampoco celebraban Halloween en sus colegios pues no se conocía apenas como os decía y de eso me libré. Pero me cayeron otras como las ofrendas, los días de la fundadora del cole, las fiestas de fin de curso, las de las navidades haciendo trajes de pastores y pastoras con chalecos de esos de ovejita, que cuando ibas a comprar la tela esa de ovejita ya no había y debías ir por toda la ciudad casi pidiendo por favor un retal... ¡ah! y preparar los cestos de mimbre llenos de caramelos y chucherías. Vaya, que me cundieron bien las celebraciones de esa época de niños pequeños así que me las sé ya todas y con pocas ganas de hacerlo otra vez, la juventud es lo que tiene que con veintitantos años tienes ganas de hacer mil cosas con tus niños pues es todo novedad.
Fijaos en lo que ha derivado una simple crema de calabaza, en todo este rollo que os he soltado, pero me acodé de repente y fui enlazando al hablar de calabaza que derivó en Halloween, esto en niños y los niños en ganas y juventud, ya que todo lo tenemos en nuestra memoria y aunque no parezca que lo tengamos tan cercano, lo tenemos. Bueno os cuento la receta esta facilísima y sana.
400 gramos de Calabaza
3 Patatas medianas
1 Puerro
2 Zanahorias
Agua mineral
2 cucharadas de Aceite de Oliva virgen extra
Sal
En una olla grande se ponen las dos cucharadas soperas de aceite de oliva y se pone el puerro cortado fino para que se rehogue un poco y a continuación se ponen las zanahorias cortadas, con las patatas también a trozos medianos y la calabaza cruda y sin piel.
Cuidado al cortar la calabaza pues es bastante dura cuando está cruda y nos podemos cortar. Se revuelve todo para que adquiera sabor y se mezcle un poco con el aceite.
Poner agua que lo cubra y un poco de sal.
Se pone a hervir a fuego bajo unos 30 minutos, comprobar que la calabaza esté tierna ya que es la verdura más dura que usaremos.
Recomiendo quitar un poco de líquido y tenerlo en un recipiente aparte para usarlo cuando hayamos triturado toda la crema de calabaza y darle el punto justo que nos guste echando o más o menos líquido del que tenemos reservado.
Se sirve muy caliente y se puede acompañar con picatostes de pan cortados pequeños o bien al horno o fritos, eso ya a gusto de cada uno.
Sed felices y disfrutad mucho haciendo platos otoñales y sanos.
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