Hace meses tuve la oportunidad de probar esta crema. Tan sólo fue una cucharada, por simple curiosidad de saber como puede saber una "Crema de Mejillones", porque la verdad que el nombre del plato no llama nada, ni parece que case bien comer los mejillones así. Por favor, probadla, más ahora con las temperaturas fresquitas porque os sorprenderá seguro.
No tenía idea de hacerla, pero encontré en mi supermercado estos mejillones cocidos y dije:¿Por qué no? Si además, vienen cocidos y tienen buena pinta...
INGREDIENTES:
pREPARACIÓN: Calentamos los mejillones en una cazuela con tapadera con su propio jugo. Si nos estuvieran cocidos, tendríais q ponerlos en la misma cazuela con un dedo de agua y una hoja de laurel, hasta que abrieran. Una vez calientes, sacamos con cuidado del agua que sueltan, reservándola a parte sin tirarla, y los separamos de la cáscara reservando.
En una cazuela a parte, pochamos la cebolla, después añadimos la zanahoria, la patata, el tomate y los mejillones. Agregamos el jugo de los mejillones y la pastilla de caldo si fuera necesario, ya que hay que probarlo antes porque este agua suele tener el gusto de sal suficiente. Dejaremos cocer por 30 minutos, triturando posteriormente y añadiendo la nata (crema de leche) en último paso. Podéis pasar por el chino si queréis, pero yo en este caso no lo hice.
Sin duda, esta crema, se convertirá en una de mis imprescindibles este otoño- invierno. Os la aconsejo plenamente