Para elaborar esta receta, fuimos la semana pasada al campo para recoger los mejores ejemplares de níscalos silvestres adentrándonos en los bosques de pino extremeño, armado con una navaja, una cesta de mimbre y la vista fija en la hojarasca del suelo para encontrar el preciado tesoro.
Tuvimos mucha suerte y a parte de encontrar este preciado manjar, recogimos madroños -próxima receta postre con madroño- y orégano silvestre. Pero vayamos ya con la receta:
INGREDIENTES
1 kg. de níscalos, 2 cebollas medianas, 100 gr. avellanas tostadas, 3 litros de caldo de verdura, 100 ml. de nata (crema de leche), aceite de oliva virgen extra, pimienta y sal.COMO SE HACE
Lo primero que vamos hacer es lavar muy bien los níscalos y los troceamos. Posteriormente volvemos a lavarlos y le escurrimos todo el agua.
En una sartén, pochamos las dos cebolla bien picada hasta que coja color y agregamos los níscalos, sazonándolo y removiéndolo de vez en cuando a fuego medio durante 10 minutos mientras sueltan el agua. Una vez que se haya evaporádo el agua, le añadimos el caldo de verdura y lo dejamos otros 10 minutos a fuego fuerte y cuando finalice le añadimos las avellanas tostadas. Entonces lo trituramos todo con una batidora hasta que coja la densidad idónea (para que os quede bien la crema, separar parte del caldo e ir añadiendo poco a poco).
Ya para concluir, le añadimos la nata (crema de leche) y lo dejamos 5 minutos más al fuego.
EMPLATAR
En un lateral ponemos un cebollino, encima una rodaja de tomate cherry coronado con unas hojas verdes. Posteriormente hacemos unas gotas de menor a mayor de cualquier salsa espesa y vertemos el caldo en el plato. En el centro ponemos un trozo de queso parmesano con unas hojas verdes y una línea de avellanas tostadas.
Nota: Este plato podréis hacerlo igual con cualquier otro tipo de setas.RECETA Y FOTOGRAFÍA | Jorge Sánchez Mosquete