Cuando era más joven, y poco antes de casarme e irme a vivir fuera de casa, fuera de mi ciudad, Jaén, me dio por escribir en libretas recetas de cocina, las que mi madre me enseñaba, alguna que otra de mi familia, y recetas que veía en libros y revistas.
En aquel tiempo, y de esto hace ya unos 40 años, no se me ocurría poner cuál era la fuente. No había internet, no había blogs de cocina, ni nada que se le pareciera. Todo estaba escrito en revistas que mi madre compraba, aquella de Lecturas, o Semana.
Me gusta hojearlas de vez en cuando, para recordar, y otras para buscar ideas, o encontrar aquella receta que mi madre hacía y había olvidado. Son libretas que ya están amarillas, en algunas hojas aparecen manchas de humedad, o están rotas.
Pero las guardo con muchísimo cariño.
Y de esta libreta saqué el postre que hoy os presento. No sabría decir de dónde la copié.
Mirando por internet he encontrado la misma receta en www.laverdad en la sección de gastronomía, de mayo de 2020 y dice que la receta es de Pachi Larrosa. Yo sé que la tengo copiada de hace 40 años.
Bueno, sea de quien sea, aquí está la receta, para quien guste hacerla.
Ingredientes: para 3 personas
2 plátanos o 3, según tamaño (200 gramos aproximadamente)
30 gramos de nueces
120 gramos de nata montada (crema de leche) (de unos 125 ml aproximadamente)
1 cucharada de mermelada de melocotón y unas gotas de zumo de limón
Decoración: nueces, rodajas de plátano, cacao en polvo
Preparación:
Pela los plátanos y reserva unas cuantas rodajas para la decoración
El resto machaca con un tenedor hasta formas una pasta homogénea.
Pica las nueces y deja algunas para la decoración.
Mezcla la crema con las nueces picadas.
Monta la nata (crema de leche) con poca azúcar. Se aconseja 250 ml de nata (crema de leche) con 6 cucharadas de azúcar. Yo solo monté los 125 ml con una cucharada y media de azúcar.
Mezcla la nata montada (crema de leche) con movimientos envolventes.
Vierte la crema resultante en un cuenco o tazón donde vayas a servirla y decora a tu gusto.
En la receta dice que mezcles la mermelada con azúcar y gotas de limón. Más azúcar no, que la mermelada ya la lleva, Yo solo las gotas de limón y decoré.
En otro cuenco no le puse mermelada, pero sí espolvoreé con cacao en polvo.
Eso sí, el plátano y las nueces, que les da un sabor muy rico.
Y listo. Más sencillo imposible.
De manera muy escueta, porque se podría hablar largo y tendido, expongo algunas de las propiedades que tiene el plátano:
Fuente de carbohidratos.
Gran aporte de vitaminas (sobre todo vitamina C y B6)
Fuente de minerales (como el magnesio, hierro, manganeso y potasio, que son muy importantes para el mantenimiento de nuestros músculos, así como para mantener la presión arterial estabilizada. Además, su contenido de fibra es muy importante para otorgar una sensación de saciedad y así combatir la ansiedad entre comidas.)
Protege nuestro corazón (debido a sus altos niveles de potasio y su bajo contenido de sodio)
Reducen la fatiga y el cansancio.
Previene la anemia (por su contenido en hierro)
Estimula el sistema nervioso (Este tipo de alimentos ayuda a prevenir complicaciones del sistema nervioso como la depresión, ya que contiene triptófano. Se trata de un tipo de proteína que nuestro organismo convierte en serotonina; una sustancia que nos ayuda a sentirnos más relajados, con mejor ánimo y más felices.)
Regula la función intestinal (El plátano es un alimento astringente, lo cual favorece la regulación del tránsito intestinal, sobre todo en casos de diarrea, pero también te ayudará si sufres de estreñimiento debido a su alto contenido de fibra. Lo mejor es que es una fruta que produce un efecto antiácido en el estómago, lo cual es ideal para aquellas personas que sufren de acidez o reflujo
Propiedades de las nueces:
Mejorar la salud de las arterias
Disminuir la inflamación relacionada con enfermedades cardíacas
Disminuir el riesgo de coágulos sanguíneos, que pueden causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares
Disminuir el riesgo de tener presión arterial alta.