El crujiente de calabacín y gambas es una receta perfecta para cualquier celebración o reunión en la que quieras quedar bien, ya que es un entrante riquísimo y muy fácil de preparar.
Cómo preparar el crujiente de calabacín, gambas y beicon:
Pelar las gambas, si son frescas y hacerlas trocitos.
Picar el ajo.
Cortar el beicon a trocitos más o menos como las gambas.
Echar en una sartén 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, dejar que se caliente, echar el ajo picado y la guindilla, dejar cocinar a fuego medio hasta que el ajo esté dorado.
Añadir las gambas, el beicon y sal al gusto, dejar simplemente que las gambas pierdan el color de crudas y retirar del fuego.
Cortar el calabacín a lo largo a tiras, yo lo hago sin piel, a ser posible con una mandolina, salen finas y muy iguales todas.
Ir colocándolas sobre papel de cocina para que vayan absorbiendo todo el agua.
Colocar dos láminas de calabacín en forma de cruz y colocar en medio un poco del sofrito, cerrar hasta formar un paquete.
Pasar los saquitos por harina, huevo batido y pan rallado grueso.
Freír en abundante aceite de oliva virgen extra, y sacar sobre papel absorbente.
Al tamizar el pan que rallo en casa me
quedan dos grosores, pues bien, lo empano con el más grueso, porque después queda mucho más crujiente.