Tengo que reconocer que no soy muy de legumbres, pero en tiempo frío necesito platos más calentitos. Mis amadas ensaladas van teniendo cada vez menos protagonismo dando paso a cremas y sopas, y de vez en cuando algún potaje. La verdad es que mi repertorio legumbreril es bastante escaso: las clásicas lentejas, y los garbanzos del cocido. Ni más ni menos. Ah, y el hummus, que me gusta mucho también, y que por cierto tengo pendiente publicar la receta. Pero que se come frío, y ahora me apetece menos.
Hace algunos días, probando ideas nuevas, probé a hacer un curry de garbanzos un poco a mi aire, y nos gustó mucho. Repetí la receta 3 veces en dos semanas, así que espero que a ti te guste tanto, y por lo menos pruebes una forma distinta de comer legumbres.
Además, la máxima dificultad que tiene es abrir el bote de garbanzos, (no te rías que a mí, a veces, me cuesta mogollón). Podría ser perfectamente de Falsarius chef, pues consiste en mezclar los ingredientes y poco más. Es perfecta para esos días que andamos con prisas pero que nos apetece comer bien.
Para hacer este curry de garbanzos necesitarás: (para 2 raciones hermosas)
– un bote de garbazos cocidos (unos 450 gramos peso escurrido)
– un bote de leche de coco
– un puñado de cilantro fresco
– una cebolla morada
– aceite de oliva virgen extra
– curry (una cucharada de postre y media)
– 2 huevos duros
– sal
ELABORACIÓN
Pica la cebolla.
Pon una sartén al fuego con un chorrito pequeño de aceite de oliva, lo suficiente para pocharla.
Cuando esté bien hecha, que se deshaga, añade una cucharada y media de postre de curry. Remueve un poquito.
Añade los garbanzos lavados y escurridos, la sal, y el bote de leche de coco.
Ahora incorpora un puñado de cilantro picado, si no estás muy familiarizado con el sabor, sé prudente, y ve añadiendo poco a poco.
Pica los huevos duros en trozos medianos y añade al guiso. Deja que hierva todo junto unos minutos, y sirve enseguida.
Si te gusta, añade un poquito más de cilantro fresco.
Nosotros lo tomamos como plato único, salen dos platos grandotes. Si sois más en casa, dobla las cantidades. A mis hijas, de momento, no les entusiasma el curry, así que con estas cantidades nos resulta suficiente. Y otro consejillo, si lo preparas con antelación, añade el huevo duro justo antes de calentarlo para servirlo. Si están mucho tiempo juntos, el curry lo teñirá, y quedará de un color entre amarillo y verde que lo afea un poco.
Bueno pues espero que te animes a versionar los garbanzos de siempre, verás que están súper ricos.
Esta receta se la dedico a mi tía María Jesús, que entre otras mil virtudes que tiene, es seguidora del blog. Después de la sopa de cebolla, esperaba con ansia viva otra receta de cuchara. Va por ti!!!
¡¡Y Buen provecho!!
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