Cómo currarse el curry!
Ingredientes para 4 raciones:
4 cuartos de pollo del muslo, deshuesados y sin piel
2 cucharadas de yogur griego
3 cucharadas de leche
2 cucharaditas (de las de café) de cúrcuma
2 íd. de comino en polvo
3 íd. de semillas de cilantro molidas
4 íd. de garam masala
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 cucharada de jengibre fresco picado
2 vainas de cardamomo
1 ramita de canela
1/2 chile rojo fresco ( 1 si es pequeño)
2 tomates maduros
200 ml. de caldo de ave
Unas ramitas de cilantro
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Elaboración:
Mezclar el yogur, la leche, 1 cucharadita de cúrcuma, 1 de comino, 1 de semillas de cilantro molidas y 2 de garam masala.
Trocear el pollo en porciones de bocado, cubrirlo con la mezcla anterior y ponerlo a macerar, si es posible desde el día antes, o unas horas como mínimo, reservando en el frigorífico hasta el momento de cocinarlo.
Picar la cebolla, los ajos y el jengibre y pocharlos en una cazuela en la que habremos calentado unas 4 cucharadas de aceite, a fuego lento, hasta que la cebolla esté transparente.
Añadir 2 cucharaditas de garam masala, 1 de comino, 2 de semillas de cilantro molidas, 2 vainas de cardamomo y la ramita de canela. Seguir cocinando hasta que el sofrito esté caramelizado.
Incorporar los tomates pelados y picados, mezclarlo todo y seguir cocinando durante unos 8’ más.
Añadir el chile, se puede trocear pero yo lo pongo tal cual (sin semillas pica algo menos y puede ser seco, si no lo encontráis fresco), 1 cucharadita de cúrcuma y sal.
Incorporar el pollo y el caldo, probar y rectificar de sal y cocinar a fuego lento y sin tapar entre 25 y 30’. Remover de vez en cuando.
Servir espolvoreado con cilantro fresco picado.
En este tipo de recetas, me permito alguna pequeña (muy pequeña) licencia, como ajustar el punto del picante a nuestros gustos. El pollo! Puede ser sin deshuesar y que os lo troceen en la tienda, pero siempre mejor cuartos del muslo que de la pechuga, porque resulta más meloso. El aceite! Recomiendan utilizar un aceite suave, como el de girasol, con el fin de que no interfiera en los aromas de las especias. Yo me decanto por el que utilizo siempre, que es el de oliva virgen extra. Lo uso incluso en repostería, preferiblemente de la variedad arbequina cuyo sabor, os aseguro, no predomina en absoluto. Por lo demás, buscad una tienda especializada y proveeos de todas estas ricas especias. Vale la pena, para poder disfrutar de ésta y de muchas otras recetas de las cocinas de países lejanos. Yo, al menos, he cogido la directa!