Tienen una textura perfecta, y además se conservan tiernos hasta el día siguiente (no se si más días porque no duraron más) sin necesidad de azúcar invertido. Aunque si la tenéis, podéis emplearla en la receta.
Ingredientes:
300 ml de leche
2 huevos L
1 cdta de anís
100 gr de azúcar
650 gr de harina de media fuerza (mezclar harina de fuerza con harina normal)
1 cdta de sal
100 gr de mantequilla blanda
Piel sin nada de blanco de naranja y limón
20 gr de levadura
Para la glasa:
300 gr de azúcar glasé
4 cdas de agua
2 cdtas de zumo de naranja
1 cdta de zumo de limón
Preparación:Empezamos preparando una infusión con la leche y las pieles de limón y naranja poniéndolas al fuego y dejando que hierva. Seguidamente apartamos del fuego, tapamos y dejamos reposar hasta que la leche hasta que esté templada. Colamos y reservamos.
Una vez tengamos la leche infusionada, empezamos con la masa:
Ponemos la harina en el bol de la amasadora y añadimos la leche templada con la levadura disuelta en ella, los huevos batidos, el anís, el azúcar y la sal. Amasamos durante 10 o 15 minutos hasta conseguir una masa homogénea. En este momento añadimos la mantequilla en trocitos y seguimos amasando (puede que la masa adquiera un aspecto como cortado, pero no importa, seguir con el amasado) durante 10 o 15 minutos. Podéis ayudaros con las manos si la masa resbala mucho en la amasadora, veréis como poco a poco la mantequilla se va integrando. Tiene que quedar una masa lisa como esta:
Una vez amasada dejamos la masa reposar bien tapada y en un sitio resguardado de las corrientes de aire hasta que haya doblado el volumen. Más o menos tardará hora y media.
*Si utilizamos una panificadora para amasar, el proceso sería el mismo pero primero habría que añadir los ingredientes líquidos y luego la harina. Yo utilizo la Chef o matic en el programa 51 poniéndolo dos o tres veces. También se podría utilizar el programa 13 que amasa y leva.
Una vez que la masa haya levado la sacamos del bol y la amasamos un poco a mano para quitarle el aire.
La dejamos reposar unos minutos para que no se encoja y la extendemos con el rodillo con un grosor de algo menos de 1 cm.
Cortamos con un aro (yo uso uno tipo aro de emplatar, y para el agujero del centro un tapón de botella de agua) y los vamos poniendo en una bandeja con papel de horno separados entre si, ya que crecen al levar y se pueden llegar a juntar. Los tapamos con film aceitado y dejamos levar, aproximadamente tardarán una hora o algo más si la temperatura es fresca.
Una vez hayan levado cortamos el papel de horno alrededor de cada donut para poder cogerlos uno a uno con el papel y echarlos así a freir (de esta manera no se deforman).
Ponemos una sartén al fuego con abundante aceite de girasol y cuando esté caliente (sin humear) los vamos echando. Como mucho de dos en dos para controlarlos mejor, pues se doran muy rápido. Según los vamos echando en la sartén quitamos el papel, que saldrá sin ninguna dificultad.
Una vez dorados los sacamos y los dejamos escurrir sobre papel absorbente. Y una vez escurridos los ponemos sobre una rejilla para bañarlos con la glasa.
Para preparar la glasa ponemos el azúcar glasé en un bol y añadimos el agua y el zumo de naranja y limón.
Pincelamos con ella los donuts y dejamos que terminen de enfriar antes de probarlos.
Reposados unas 3 o 4 horas adquieren mejor sabor.
Fuente: La cocina de Maky