Este mes hemos viajado a Jamaica con Cocinas del mundo y ha sido un triunfo (¡las empanadillas volaron!). El truco es buscar los ingredientes auténticos para conseguir el sabor jamaicano. Estas empanadillas jamaicanas de ternera son picantonas, y aunque se puede ajustar el picante, no tienen sentido sin la guindilla, así que, si no soportas el picante, mejor prueba una rica empanada gallega :P Os lo cuento todo ;) Con esta receta, salen 16 empanadillas.
Me inspiré en varias recetas auténticas para conseguir el aspecto y el sabor que toca en esta receta. En especial utilicé esta y esta como fuentes. Esta receta se conoce como "Jamaican Beef Patty" en Jamaica. Me gustó esta forma de hacerlas porque no se corta la masa en forma de círculo, sino que se hacen bolas de antemano y luego se extienden a una forma más o menos circular, de aspecto rústico. Esto evita cualquier desperdicio de masa y además hace el proceso mucho más rápido.
Para la masa:
420 g de harina
1 cucharada de cúrcuma en polvo
1 cucharada de curry amarillo en polvo
170 g de mantequilla con sal (fría)
1/2 cucharadita de sal marina
115 ml de agua fría + 2 cucharadas
Para el relleno:
700 g de picadillo de ternera (con poca grasa, en mi caso, 8%)
90 g de pan rallado
170 g de caldo de ternera (o agua y 1/2-1 pastilla de caldo concentrado)
1 cebolla mediana
2-3 cebolletas
3 dientes de ajo
1 Scotch Bonnet (también llamado "Pimiento rojo Caribe) o, en su defecto, Habanero. * Un jamaicano auténtico se atrevería con 2 guindillas, pero yo probé con una y me pareció suficiente.
2 cucharaditas de curry amarillo en polvo
1 cucharadita de pimienta de Jamaica (Tiene un sabor muy especial y rico; si te es imposible encontrarla, mezcla 1/2 cucharadita de canela, 1/2 de clavo y 1/2 de nuez moscada y tendrás algo similar)
1 cucharadita y media de tomillo
2 cucharaditas de pimentón dulce
3 cucharadas de ketchup (el mío sin azúcares añadidos)
1 cucharadita de sal marina
1 cucharada de aceite vegetal
La preparación:
1. Vamos a empezar con la masa. Mezclamos la harina, la cúrcuma y el curry, la sal y la mantequilla fría en trocitos del tamaño de una oliva o así. Está bien mezclado cuando todo esté amarillo y no se vean rastros de harina blanca.
2. Añadimos entonces la mitad del agua fría, mezclamos con las manos o con una espátula; añadimos el resto del agua, vamos formando una bola de la consistencia de plastilina o masa Play-Doh. Añadimos si hace falta las dos cucharadas extras de agua; si nos pasamos y la masa se pone pringosa o pegajosa, lo corregimos con un poco de harina.
3. Entonces separamos la masa en 16 piezas. Cortamos primero en cruz, luego cada cuarto por la mitad y así hasta que tengamos 16 cortes iguales. Les damos forma de bola, los cubrimos con plástico de cocina y les damos a las 16 bolitas 30-60 minutos de reposo en la nevera.
4. Mientras tanto, vamos a por el relleno. Picamos la cebolla y la cebolleta (verde incluido). Prensamos o machacamos el ajo. Retiramos las semillas de la guindilla o chile y picamos la carne bien finita (con guantes si queremos evitar accidentes como tocarnos la nariz, ojos, etc. y que nos arda la piel, aunque no es imprescindible).
5. Calentamos la cucharada de aceite a fuego medio-alto en una sartén y sofreímos la cebollla, cebolleta, ajo y chile durante 5 minutos o así, hasta que esté todo tierno.
6. Añadimos el picadillo de ternera. Le damos unas vueltas para que se haga por todas partes y, cuando haya tomado color, sazonamos: pimienta de Jamaica, sal, curry, tomillo, pimentón y la pastilla de caldo de ternera. Mezclamos bien e incorporamos el pan rallado y el ketchup. Mezclamos otra vez.
7. Vertemos el agua en la sartén, bajamos el fuego a medio-lento y dejamos reducir hasta que el relleno quede húmedo y espeso, pero sin caldo líquido. Retiramos del fuego.
8. Es el momento de rescatar nuestras bolitas de masa. Sobre papel de horno, las aplastamos una a una y extendemos la masa hasta darle forma más o menos circular. El grosor va al gusto, pero hay que tener en cuenta que la masa crece en el horno, así que yo las dejo bastante finas.
9. Una vez hechos los círculos, rellenamos generosamente poniendo relleno en un lado y cerrando con la masa sobre el relleno. Sellamos los bordes con la mano o con un tenedor.
10. Les damos unos 20-25 minutos a 200º en el horno precalentado. Cuando la masa está lista, queda firme y se puede pinchar con un cuchillo sin que este se manche de masa. En mi horno, 20 minutos fueron suficientes. ¡Y ya está!
En teoría se comen calientes, pero a mí personalmente me gustan más en frío, como me pasa en general con todas las empanadas.
* Una vez horneadas, se pueden congelar. Luego no hay más que dejarlas descongelar y, si queremos, calentarlas un poco en el horno a muy baja temperatura. Yo no he probado a congelarlas porque volaron. Mi marido se comió 4 del tirón porque no le entusiasman las cosas con masa; si le llegan a gustar, se come las 16 en una sentada jaja
¡Buen provecho!
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Bergua*